Me gustaría hablar sobre la nueva metodología que empeza a coger fuerza en los centros de educación secundaria, los trabajos por proyectos. Para ello, me gustaría destacar 2 puntos que considero esenciales:
En primer lugar, me gustaría destacar el dotar de una finalidad los conceptos y procesos realizados en clase. Es decir, para poder conseguir un aprendizaje significativo me parece especialmente relevante que el alumno piense que lo que esta realizando sirve para un determinado fin, que no sea aprender por aprender (no únicamente para aprobar un examen). Con una correcta contextualización y dando esa sensación de utilidad de lo que están haciendo, podemos conseguir una mayor implicación y motivación del alumnado.
Otra cosa que me parece especialmente relevante es hacer que los alumnos realicen un trabajo que sea, en gran medida, de forma autónoma y que ellos mismos sean los protagonistas de su aprendizaje. En los distintos ejemplos que hemos visto de trabajo por proyectos, los alumnos son los que dirigen gran parte del proceso. El profesor pasa de ser el centro de atención, en unas clases más magistrales, a actuar como guía en el proceso del aprendizaje del alumno. Esto es importante, no solamente a la hora de desarrollar un proyecto dentro del aula, sino para poder enfocar las clases de otra manera, de una forma menos “convencional”, en la cuál el alumno tendrá ciertas responsabilidades que, mediante un estilo de clase más magistral, carecería de ellas.
