Este año 2020 ha sido un año muy caótico para todo el mundo. Me atrevería a decir que a todo el mundo nos ha trastocado las rutinas que teníamos desde hacía tiempo (en según qué casos meses o incluso años). De una manera tan repentina, con la llegada de la pandemia por el virus nos hemos tenido que readaptar y con ello hemos tenido que buscar nuevas formas y nuevos medios para adaptar nuestras formas de relacionarlos con el resto de las personas o incluso la forma de realizar las tareas y deberes dentro de nuestra rutina del día a día.
La educación como muchos ya sabéis u os habéis percatado ha sido uno de los afectados, y en consecuencia ha tenido que reinventarse, ha tenido que buscar nuevos caminos para hacerse llegar a todos los alumnos. Me atrevería a decir que toda o por lo menos gran parte de la educación ha pasado de impartirse de un tipo de enseñanza presencial a un tipo de enseñanza online o a distancia, o por lo menos así lo ha sido en los pasados meses en los que duro el confinamiento.
Con el comienzo del nuevo curso escolar a pesar de que muchos centros escolares han optado por un modelo de presencialidad adaptada o incluso un modelo de presencialidad completa (como la que se llevaba impartiendo hasta ahora), muchos de los centros de enseñanza superior o universidades han optado por un modelo de presencialidad adaptada combinando el modelo de educación online con el modelo de presencialidad y de la misma manera turnando a los alumnos que acuden a las aulas de manera presencial.
En cuanto a las clases particulares o, dicho de otra manera, las clases consideradas para el refuerzo académico en cierta manera también han sufrido cambios. Hasta la aparición de la pandemia lo más habitual en caso de necesitar o contratar estos servicios normalmente consistía en unas clases particulares bien en los domicilios de los propios profesores o bien en los domicilios de los propios alumnos. Con la nueva normalidad y con el fin de evitar propagar la enfermedad y evitar en la medida de lo posible nuevos contagios, las personas que trabajamos impartiendo clases particulares nos hemos tenido que reinventar. Tras mucho esfuerzo y muchas horas pensando en posibles soluciones o alternativas para poder seguir ofreciendo estos servicios de la misma manera o de la manera más similar posible minimizando los riesgos anteriormente mencionados, nacen las clases particulares impartidas de manera telemática u online.
Dependiendo de la persona que las imparta existen diferentes tipos de aplicaciones o páginas web mediante las cuales se pueden ofrecer las clases. De la misma manera y a raíz de esto, varias empresas se están beneficiando ya que están privatizando o poniendo de pago los servicios que antes tenían puestos de manera gratuita y que estaban siendo utilizados por numerosos profesores. Pero a pesar de todo, creo que impartir clases particulares de manera online es muy beneficioso para los profesores que las imparten además de los alumnos que las reciben. En primer lugar, ninguna de las dos partes pierde tiempo desplazándose de un lugar a otro, bien el profesor a casa del alumno o bien el alumno a casa del profesor u a cualquier otro lugar. En cualquier caso, creo que es una ventaja muy significante que ninguna de las dos partes pierda tiempo por así decirlo en consecuencia de las distancias o del tráfico.
De forma similar se podría decir que conectarse a una clase online puede ser algo más rápido y que se puede realizar en cualquier momento y horario que las dos partes (el profesor y el/la alumno/a) tengan disponible ya que se puede realizar desde cualquier lugar.
Lo único que se deberá tener al alcance, son un dispositivo electrónico como podría ser un ordenar, una tablet o un teléfono móvil y una buena conexión a internet para poder realizar la clase en condiciones. Si bien es cierto que en algunas familias con dificultades económicas puede llegar a suponer un coste y puede que en algunos casos no puedan permitírselo a causa de la crisis que estamos sufriendo actualmente, podría decirse que los objetos necesarios son aquellos que se utilizan a diario en el día a día de esta nueva normalidad en la mayoría de los casos.
En conclusión y para finalizar este primer post del blog, me atrevería a decir que si bien es cierto que con esta nueva situación o nueva normalidad a consecuencia de la pandemia nos ha obligado a reinventarnos creo que en ciertos aspectos nos ha ayudado o nos esta ayudando a ser más eficientes y en ciertos ámbitos y/o aspectos nos está mostrando nuevas vías para ser en la misma manera más efectivos y poder llegar a realizar más tareas en menos tiempo o por lo menos en un tiempo inferior, principalmente debido a que estamos evitando desplazarnos y de esta forma estamos pudiendo invertir o destinar ese tiempo en otras tareas o actividades.