En los últimos años, y tras la pandemia, el método de clases online se ha extendido con gran rapidez. Hay quienes siguen prefiriendo la opción de clases presenciales, otros únicamente la online, pero también aquellos que se decantan por la opción 'híbrida' a veces online, a veces presencial.
Hay muchos factores que nos llevan a elegir la opción de clases online, evitar el tiempo de desplazamiento, incluso gasto de gasolina, cambios de residencia o que la academia o profesor que uno desea no se encuentra en tu localidad. Incluso para los más pequeños, estar supervisados en casa por el adulto en todo momento, además de poder utilizar la tecnología de manera educativa, ya que principalmente se utiliza, está para ocio y tristemente, se asocia a la misma.
Las clases online implica un trabajo mayor en cuanto a los bloques de conversación se refiere, ya que al tener una limitación en papeles, el contacto es más pantalla-pantalla o cara-cara, pero eso no significa que se deje a un lado el bloque de gramática. De hecho, se puede comprobar como cada vez más los alumnos más pequeños, en la escritura de la lengua extranjera, tienen muchos fallos ortográficos por no trabajar la relación writing-spelling-listening. Ya que el inglés es un idioma que no se corresponde fonéticamente con la manera en que se escribe.
Además, otra de las ventajas de las clases online es que se pueden hacer un mayor número de ejercicios en menor tiempo y con distintas técnicas. Hay muchas fuentes para ver vídeos, realizar cuestionarios, ejercicios interactivos, juegos de palabras, leer artículos, describir fotografías con un gran ahorro de papel.
A la hora de aprender o mejorar una lengua extranjera, la modalidad online no nos puede evitar sacar el mayor provecho para nuestro aprendizaje. ¡Que no sea un impedimento sino una oportunidad!
