En este primer artículo quiero dejar algunos consejos sobre cómo empezar (o al menos cómo empecé yo) a dar clases de inglés online.
Como bien sabréis, a raíz de la pandemia hemos visto un crecimiento exponencial del teletrabajo y de la demanda de servicios online. También estamos viendo cómo muchas personas se han visto atraídas por las posibilidades que el trabajo en remoto ofrece y por tanto se han animado a cambiar su forma de generar ingresos. Mi caso es uno más.
Hasta el año 2020 trabajaba como maestro en una escuela de la Comunidad de Madrid, pero tras la pandemia decidí probar cómo podía ganarme la vida trabajando a distancia y viajando a la vez. Este es el primer consejo que voy a dejar: PROBAR.
Así empecé yo con mis clases particulares de inglés y todo comienzo es difícil, pero no hay mucho que perder. Como quizá al principio no tengas alumnos, prueba con familiares y amigos. Explora en esas sesiones en qué formato te sientes más cómodo (clases largas-cortas, gramática-conversación, preparación de exámenes…), cómo reaccionan tus alumnos, qué es lo que necesitan, prueba recursos, dinámicas, etc.
Al principio, como en todo, la clave está en hacer horas de vuelo. Cuánto más hagas y más pruebes, mejor.
Esto va directamente relacionado con mi segundo consejo: EMPIEZA HACIENDO DE TODO: clases de inglés para niños, adultos, grupos, academias, fines de semana, preparación de exámenes, clases de conversación... no desesperes y sigue probando, aunque sea gratis con amigos y familiares.
Encontrar alumnos es difícil y frustrante al principio. Es probable que también te haga sentir inseguro. No tengas prisa y no te agobies. Dedica tiempo a explorar plataformas y modos de llegar a ofrecer tus servicios a tus potenciales estudiantes. Mientras, sigue probando y no rechaces nada, esto te permitirá seguir haciendo volumen, pero sobre todo te permitirá DEFINIR TU PRODUCTO.
Este es mi tercer consejo. Hay muchísimos profesores de inglés online, pero también muchísimos alumnos potenciales, por lo tanto creo que es fundamental definir a qué parte de ese público te vas a dirigir (adultos, niños, exámenes, negocios, trabajo, educación…) y cuál es tu propuesta de trabajo (clases largas, cortas, das feedback, no lo das, ofreces grupos, trabajas los fines de semana, etc.).
Sigue probando y empieza a definir tu oferta tanto en los anuncios que publiques como cuando hables con la gente. Esto también es un consejo: CUENTA LO QUE HACES. Te ayudará a llegar a más gente y también te ayudará a interiorizar y expresar mejor lo que ofreces.
Para terminar y aunque no descubro nada nuevo, mi último consejo es TRABAJO.
El trabajo que pongas en esto será lo que realmente va a marcar la diferencia con la inmensa mayoría de personas que ofrecen este servicio. Recuerda que crear perfiles en plataformas ES TRABAJO; buscar estudiantes ES TRABAJO; dar clases gratis a tus familiares y amigos ES TRABAJO; preparar las sesiones ES TRABAJO; ir creando materiales adaptados a tu estilo y al de tus estudiantes ES TRABAJO.
Por tanto lo tanto insisto, no te frustres si no tienes alumnos (o los alumnos que querrías): genera recursos, explora maneras de anunciarte, crea perfiles en diferentes plataformas, manda currículums, fórmate, investiga qué hacen otras personas y cómo lo hacen. Todo esto te hará estar cada vez más cerca de tu objetivo. Tu propuesta estará cada vez más pulida y por tanto los estudiantes verán reflejado en ella a una persona que sabe y cree en lo que hace.