Las clases particulares en verano. ¿A favor o en contra?

Un día mantenía una conversación con una madre de una alumna. Tengo por costumbre preguntar al finalizar el curso académico sin los chicos seguirán viniendo en verano o proseguirán con las clases al inicio del nuevo curso.

- Mi hijo ha aprobado todas las asignaturas en Junio, así que en Septiembre que se aplique de nuevo.

Esa fue una de las afirmaciones más terroríficas que salieronde su boca.

Os pongo en contexto.

La chica cursaba tercero de ESO, y había aprobado todas las asignaturas, pero es cierto que el inglés no se le daba ciertamente bien. Yo también imparto clases de inglés, pero en este caso la chica asistía a clases con un profesor nativo.

Propuse a la madre que la chica necesitaría un refuerzo extra de inglés durante los meses de verano. En ningún momento insinué que yo debiera ser el profesor, aunque parece que lo malinterpretó.

Obviamente mi consejo a la madre no iba encaminado a mi interés, quiero decir, yo no ganaba nada con que la chica siguiera o no viniendo a mis clases en verano. Aunque doy clases particulares porque soy estudiante universitario y necesito el dinero para ocio y transporte a la universidad (además de matrícula universitaria, libros, etc) lo que me motiva es que los chicos puedan disfrutar de los buenos resultados, de que puedan sentir que manejan las situaciones y de que disfruten de unas buenas calificaciones.

¿A dónde vengo con esto? A que me gustaría reflexionar acerca del verano.

El verano está para descansar, y más aún para los estudiantes, que llevan un nivel frenético (sobre todo en los últimos curso de la ESO y bachillerato). Eso no quita que si el curso acaba en Junio no vuelvan a ver un libro hasta Septiembre. El mundo laboral actual en España no es muy esperanzador, y en todos los casos se busca un CV completo que cumpla con las exigencias básicas.

¡Todos los alumnos tienen algo que hacer en verano!

El que saca muy buenas notas y tiene los conocimientos bien afianzados tiene cientos de idiomas que mejorar o aprender, que sin duda le serán necesarios en el futuro. Pueden practicar deportes, música, y miles de actividades que les ayuden a despejarse y a aprender sobre otras facetas de la vida de las que no se aprenden con libros.

El chico que aprueba a duras penas tiene además que ser constante, tenga apoyo de un profesor particular o no. Debe disfrutar también, por supuesto, pero debe conseguir adelantar todo lo que quedó pendiente en el curso anterior.

No veáis el verano como unos meses vacíos que tenéis para pasar en casa. Por supuesto que os ebéis despejar y debéis disfrutar de cada momento. No dejéis nunca de salir con vuestros amigos, disfrutar de nuevos destinos o pasar tiempor con la familia, pero organizáos bien y podréis dar lo mejor de vosotros en todos los ámbitos de la vida.

¡El tiempo no está para matarlo, está para vivirlo y aprovecharlo!

PS: En mi próximo post os contaré cómo la música me ayudó en mi años de estudio

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