¿Eres profesor particular?

 

¿Eres profesor particular? Seguramente son muchas las veces que nos han hecho esta pregunta. Yo puedo responder que sí, y a mucha honra. 

Dar clases particulares permite ofrecer un trato personalizado y adaptado que difícilmente podrá encontrar en una academia, por muy buena que esta sea. Permite ofrecer una experiencia única que de ser positiva el alumno nunca olvidará y le abrirá un horizonte nuevo e inexplorado.  

Un profesor particular tiene en sus manos despertar el interés por algo e incluso quién sabe si una vocación. Las prisas de cada día y el foco en aprobar para pasar de curso alejan al estudiante de disfrutar con el proceso del aprendizaje. Si conectamos con el alumno podremos marcar una gran diferencia en una etapa decisiva en su proyección profesional y maduración personal. 

Evidentemente, no quiero culpar de esto ni mucho menos a los profesores de los centros educativos. Ellos hacen cada día una tarea heroica pero el sistema educativo presenta una estructura muy estricta con objetivos que se tienen que cumplir en un tiempo determinado. 

Y nosotros podemos ayudarles desde casa a cumplir esos objetivos. De hecho, la competencia entre profesores particulares en la actualidad es brutal, pero es importante entender que tener los conocimientos no te hace profesor particular. 

Una actitud positiva y la preparación de las clases es esencial. También lo es conocer las necesidades del alumno y diseñar una metodología acorde a estas y a la naturaleza de la materia. En definitiva, hay que aprender a enseñar, a través de errores, y en esto la experiencia es la clave. Con esto no quiero decir que profesores novatos no esten suficientemente capacitados para ello, pero no creo que nadie deba verlo como un "pasatiempos". 

La resiliencia es una palabra que todos estamos escuchando mucho debido a esta pandemia. Un buen profesor particular debe ser resiliente, muy paciente y sobre todo tener la habilidad de resistir a la frustración si no se cumplen los objetivos. También es importante una mente abierta y un gran corazón. Si hay algo esencial es que se alegre de los éxitos de sus estudiantes, porque solo con eso demostrará que realmente le importa su trabajo. 

 

 

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