Aquí, podría establecer la diferencia que existe entre trabajar con niños o con adultos. Ya que el modo de percibir el mundo es distinta y la forma de actuar de los niños suele ser más impulsiva y más espontánea. En las clases de dibujo para adultos ya nos encontramos con un desarrollo de la motricidad y la percepción visual, por lo que les será más sencillo plasmar en un papel lo que observa de la realidad.
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Profesión y forma de vida del estudiante
Respecto a las posibilidades de ser profesor para adultos, lo primero que hay que tener en cuenta es que se trabajará con personas que posiblemente tengan menos flexibilidad -comparada con la de un niño- a la hora de crear y que también vengan de otras profesiones como abogacía, contador, psicología, arquitectura, etc. A qué se dediquen, contribuye en el proceso de aprendizaje, ya que alguien que hace asientos contables tendrá una visión más estructurada y ordenada que el que se emplea, como, por ejemplo, diseñador de moda.
La profesión o trabajo del estudiante, es influyente a la hora de elegir un tema para trabajar en clases. Aquí, hago alusión al funcionamiento del cerebro, ya que las personas dedicadas a las ciencias exactas son más objetivas y suelen utilizar más el hemisferio izquierdo. Entonces, preguntarle al alumno el primer día cuál es su trabajo, si tiene familia, si prefiere ir al parque o al cine, parecieran cuestiones banales, sin embargo, nos denota que forma de pensar y llevar a cabo podría tener esa persona.
Edad de los estudiantes
La edad también es otro punto. No es lo mismo una persona de cuarenta años que una persona de setenta años ya jubilada. Los tiempos de cada una serán distintos: una de ellas se encontrará en plena actividad laboral y en la crianza de sus hijos; y la otra en el descanso y el disfrute de sus nietos. Por lo que si se da trabajo de clases para llevar a casa es un punto a considerar.
Autoestima en estudiantes adultos
En los adultos también hay que trabajar la autoestima y creo que es más difícil aún, que en los niños, puesto que estos toman al docente como un consejero con experiencia, producto de la diferencia de edad. En cambio, en el caso de los adultos es más complejo el hecho de evitar que se comparen y que se frustren al ver, por ejemplo, que otro compañero realiza un trabajo realista siendo el suyo más abstracto, y no cree poder llegar al resultado abordado por los demás. El papel del docente es importante en este punto, dando a entender que el resultado también depende del objetivo al que cada uno quiera llegar.
Otro hecho es cuando el profesor o docente es menor. Mayoritariamente, me ha tocado trabajar con adultos mayores que yo. Aquí hay que evitar tener el papel de profesor que lo mide y corrige todo. Es mejor cambiar las palabras: te recomiendo, te aconsejo, prueba tal cosa o tal otra. Jamás usar corregir como si de una evaluación se tratara, justamente para que no sientan que algo está mal. En el arte no hay mal o bien, sino que hay procesos. Que comprendan que es un proceso, es primordial, ya que hará que no se les baje la autoestima porque es el tiempo y la práctica en la que nace un maestro.
Conclusión
Trabajé dando cursos de perspectiva y estudio de paisaje más que clases de taller. En estas últimas el alumno elige un tema o es más libre a la hora de desarrollarse como artista. También, tomo clases de arte porque no hay que dejar de perfeccionarse. Entonces, lo que pueden leer en este artículo es extraído de mis experiencias tanto como profesora y como alumna.
Cuando decidí estudiar artes, allá por 2018, salía de la carrera de arquitectura. Si bien ambas se relacionan bastante, el ser arquitecto es mucho más estructurado que trasladar ideas a un lienzo. Por lo que respecto al dibujo, puedo decir que entré con la ventaja de saber casi todos los tipos de perspectiva, siendo mi concepción espacial mucho más fluida que la de alguien que no sepa arquitectura.
Con esto, quiero decir que en el dibujo o pintura no hay razones para frustrarse, porque cada quien viene de un proceso de vida distinto. A mí me gusta más el dibujo en tinta china y más estructurado. De hecho me cuesta la abstracción y contrariamente a quienes admiran el realismo, yo admiro a los que son más expresionistas, abstractos, conceptuales, etc.
Desde la experiencia de profesora, dar clases para adultos es una vivencia enriquecedora, puesto que he aprendido de los conocimientos que llevan mis alumnos. Tratándose de otras áreas o profesiones, nacen conversaciones con intercambio de conocimientos. Este es un punto que me encanta y quería resaltar.
Espero te haya gustado la lectura, y si deseas tomar clases de dibujo y pintura podés hacerlo conmigo.
