Como usuarios de una lengua, en ocasiones, pensamos que tenemos intrínsecamente todas las herramientas para ser profesor particular. Si eso fuera cierto, en los planes de estudio de los distintos niveles de enseñanza no se incorporarían asignaturas para el estudio específico de la lengua materna.
Anunciarse como profesor de español
Como en todos los idiomas, la enseñanza del español requiere una preparación del profesor. Si esta conduce a una certificación profesional, el docente estará mejor habilitado y con mayores oportunidades de trabajar en diferentes ámbitos.
La enseñanza del español puede ser como lengua materna o extranjera. Si deseas ser profesor de este idioma, es conveniente estudiar una especialidad que forme competencias en ambas modalidades.
La licenciatura en Filología Hispánica es una carrera óptima para este objetivo. Por un lado, entre sus perfiles profesionales está el docente. Esto significa que un filólogo cuenta con herramientas pedagógicas y didácticas para enfrentarse a un proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por el otro, se estudian con profundidad los niveles de la lengua: fonético-fonológico, morfológico, léxico y sintáctico. Así, se comprende la estructura y relación entre las unidades lingüísticas.
En ella también se incluyen contenidos de redacción y corrección de textos que son necesarios para la evaluación de los alumnos. También se aprende sobre comportamientos sociolingüísticos, los que son de gran utilidad para adaptarnos y comprender los diferentes contextos y estudiantes.
Se incluyen además conocimientos culturales, históricos y literarios que sirven como herramientas imprescindibles para una enseñanza más completa de la lengua.
Una vez graduado de esta carrera universitaria, se podrá escoger entre ser profesor de español como lengua materna o como lengua extranjera.
Si te decides por la primera opción, es recomendable estudiar un máster que habilite para la enseñanza en los distintos niveles de escolaridad: primaria, secundaria, E.S.O y bachillerato.
Si prefieres la segunda, la mejor inversión será el estudio de un Máster en Enseñanza del Español como Lengua Extranjera. Con este título obtendrás un nivel de especialización más profundo que te dotará de las herramientas necesarias para ejercer con éxito esta profesión.
Sin embargo, para algunas academias estas titulaciones no son suficientes, ya que exigen dentro del currículum de sus profesores que cuenten con la Certificación de Profesor Examinador DELE.
Estos cursos los ofrece el Instituto Cervantes y debe obtenerse un diploma para cada uno de los niveles de enseñanza del idioma según el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas. Estos son A1 y A2 (nivel básico), B1 y B2 (nivel intermedio) y C1 y C2 (nivel avanzado). Con esas certificaciones se aumentan las posibilidades de trabajar como profesor, pero también como examinador del idioma cuando los estudiantes necesitan obtener el certificado DELE.
Alumnos que necesitan clases de español
Por último, para completar la formación académica sería útil cursar un programa de doctorado que se especialice en lingüística o en pedagogía. Aunque parezca que ya han transcurrido muchos años de estudio, la obtención de un título doctoral será la mejor evidencia de tus habilidades investigativas y un ejercicio de prueba de tu dominio de la lengua.
Si entre tus pasiones está la enseñanza y disfrutas de conocer a profundidad este hermoso idioma, tanto por su estructura lingüística como por su historia, entonces cuentas con la vocación para vincularlos a ambos y ejercer como profesor de español.
