TDR: Cómo formular los objetivos de una investigación (parte 1)

Si estás en proceso de definir los objetivos de tu propuesta de investigación universitaria (TFG y TFM) o Treball de Recerca (Bachillerato) este artículo te ayudará a entender cómo hacerlo de forma sencilla y a evitar errores habituales. Como profesor particular, voy a abordar la redacción de los objetivos. Si aún no has leído el post de cómo elegir el tema de tu investigación, te recomiendo que lo hagas para asegurarte de tener unos buenos cimientos antes de empezar a formular objetivos.

Clases particulares de bachillerato

Siempre les digo a mis estudiantes que los objetivos son el 50% del trabajo: nos dotan de estructura, nos ayudan a identificar las diferentes partes que tendrá el trabajo, delimitan el campo de acción y nos facilitan poder planificarnos e identificar la dedicación que nos supondrá realizar cada apartado. Por ello hay que detenerse en este punto y asegurar que avanzamos con una propuesta de objetivos sólida, completa y bien formulada.

Un apunte previo: hay que evitar pensar que más es mejor. Tener muchos objetivos no es garantía de realizar un buen trabajo, así que es importante que haya los justos y necesarios. Ni más ni menos. Para que te hagas una idea, en un Treball de Recerca de bachillerato podemos encontrar propuestas con una nota de 10, que se han desarrollado tan solo con un objetivo general y 3 específicos. Por otro lado, hay también propuestas de 10 que se han desarrollado con 5 objetivos generales y 10-15 específicos, así que como ves, el abanico es muy amplio. Si no conoces la diferencia entre objetivos generales y específicos, sigue leyendo, un poco más abajo te lo aclaro.

En los asesoramientos y tutorías que realizo con estudiantes me encuentro que se repiten sistemáticamente los siguientes 5 errores:

  • La estructura y formulación de los objetivos no es correcta (no aplican la técnica SMART que desarrollaremos más adelante)
  • El orden de los objetivos no es el correcto y la jerarquía no está bien delimitada: se confunden objetivos generales con específicos.
  • Se confunden los objetivos (QUÉ) con la metodología (CÓMO)
  • Falta de diversidad en los verbos utilizados para formular los objetivos
  • Se confunden las motivaciones personales con objetivos de un trabajo de investigación

A lo largo de este documento te enseñaré cómo evitarlos y te proporcionaré herramientas que te serán útiles para poder formular adecuadamente los objetivos.

Lo primero de todo, un apunte básico sobre la estructura de los objetivos. Para que la estructura de un objetivo sea correcta tiene que cumplir estos requisitos:

  • El objetivo tiene que estar encabezado por un verbo en infinitivo
  • La formulación es en positivo
  • Cada objetivo tan solo puede expresar una acción

A partir de aquí, tenemos que distinguir los diferentes niveles (clases) de objetivos con los que trabajaremos en una investigación: generales, específicos y operativos.

1. Objetivos generales: Los objetivos generales son las metas amplias que se pretenden alcanzar con la investigación. Estos objetivos definen la finalidad general del estudio y la dirección en la que se enfocará el trabajo de investigación. Los objetivos generales suelen establecerse en términos amplios y abarcan el propósito general de la investigación. Un trabajo de investigación de bachillerato o carrera suele tener entre 1 y 5 objetivos generales. Los objetivos generales no se pueden evaluar por sí solos, sino a partir del cumplimiento de los objetivos específicos que incorpore. Por ejemplo, en un trabajo que analiza el género en el acceso al futbol base, encontraríamos al menos los siguientes objetivos generales:

  1. Analizar las diferencias de género en el acceso al fútbol base
  2. Identificar los factores vinculados al género que influyen en la participación de los niños y niñas en clubes de futbol.

2. Objetivos específicos: los objetivos específicos se añaden dentro de los objetivos generales para detallar y concretar de forma precisa los diferentes segmentos o etapas en los que se desarrollará el objetivo general. Los objetivos específicos brindan una guía más detallada sobre las tareas, actividades o áreas específicas que se investigarán y explorarán. Tiene que cumplir la técnica SMART (que desarrollaremos más adelante). Un trabajo de investigación de bachillerato o carrera suele tener entre 3 y 15 objetivos específicos. Del primer objetivo del ejemplo anterior, podríamos definir los siguientes objetivos específicos:

  1. Investigar la participación actual de niños y niñas en las categorías de fútbol base de diferentes clubes y ligas.
  2. Identificar las barreras y obstáculos que enfrentan las niñas para acceder al fútbol base.
  3. Analizar las percepciones y actitudes de entrenadores, padres y otros actores clave hacia la participación de niñas en el fútbol base.
  4. Evaluar las políticas y programas existentes destinados a promover la igualdad de género en el acceso al fútbol base.

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3. Objetivos operativos: los objetivos operativos son los más concretos y prácticos dentro de un trabajo de investigación. Estos objetivos se refieren a las acciones, mediciones o resultados específicos que se llevarán a cabo para lograr los objetivos generales y específicos. Los objetivos operativos son tangibles y cuantificables, y suponen un instrumento preciso para saber cómo desarrollar el trabajo. Normalmente, este tipo de objetivos no se formulan en el planteamiento del trabajo, pero sí se tienen en cuenta durante el proceso de desarrollo. Suelen aparecer en el apartado de metodología, ya que se refieren a cómo vamos a hacer efectiva la propuesta de investigación. Algunos de los que encontraríamos en los objetivos específicos anteriores serían:

  1. Recopilar datos demográficos sobre la participación de niños y niñas en distintos equipos y categorías de fútbol base.
  2. Realizar entrevistas y encuestas a niñas, entrenadores, padres y otros actores relevantes para identificar las barreras y obstáculos percibidos.
  3. Analizar documentos y normativas relacionadas con el fútbol base para evaluar el enfoque de género y las políticas existentes.
  4. Organizar grupos de discusión con niñas que participan en el fútbol base para explorar sus experiencias y desafíos.

¿Cómo podemos verificar si los objetivos están bien formulados? Aplicando la técnica SMART. En la palabra SMART cada letra define un criterio y nos explica que los objetivos deben ser eSpecificos; Medibles; Alcanzables; Relevantes y Temporalizados.

  • Específico (Specific): el objetivo debe ser claro, concreto y específico en cuanto a lo que se desea lograr. Debe responder a las preguntas qué, quién, dónde y cuándo. Evita objetivos generales o ambiguos.
  • Medible (Measurable): el objetivo debe ser cuantificable o verificable mediante indicadores o métricas claras. Debe ser posible evaluar si se ha alcanzado o no. Es importante establecer criterios de éxito o metas cuantitativas.
  • Alcanzable (Achievable): el objetivo debe ser realista y alcanzable, teniendo en cuenta los recursos, el tiempo y las habilidades disponibles. Debe ser algo que sea factible de lograr dentro de las circunstancias dadas.
  • Relevante (Relevant): el objetivo debe estar alineado con el propósito general de la investigación o el proyecto. Debe ser relevante y significativo en relación con el contexto y los resultados deseados.
  • Temporalizado (Time-bound): el objetivo debe establecer un marco temporal o un plazo límite para su consecución. Debe incluir una fecha límite o un período específico en el cual se espera lograrlo.

Al aplicar este criterio podremos identificar claramente qué está fallando en la formulación de nuestros objetivos y corregir-lo. Se trata de una técnica muy utilizada en diferentes sectores, no solo en el de la investigación.

Para terminar, te dejo algunos verbos para encabezar la formulación de objetivos:

  • Verbos para objetivos generales (más abiertos y teóricos): analizar; elaborar; evaluar; validar; descubrir; comprender; conocer; Investigar; aclarar; impulsar; visibilizar; divulgar, etc.
  • Verbos para objetivos específicos (más concretos y prácticos): reproducir; aplicar; replicar; simular; diseñar; diferenciar; implementar; definir; revisar; recuperar; enumerar; procesar; medir; calcular; ejecutar; prototipar; refutar; comparar; defender; distinguir; interpretar; comparar; justificar; etc.

Hasta aquí la primera parte con las nociones elementales para saber diseñar unos buenos objetivos. En la próxima entrada en el bloc (parte 2) podréis ver un ejemplo real y pautado de formulación de objetivos paso a paso.

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