El estudio puede ser apasionante, llevarnos a planos mentales que disfrutamos con fervor, pero la otra cara es la frustración.
Hablamos de esa sensación de impotencia ante la idea de tener que absorber grandes cantidades de información, habiendo de ser memorizada, comprendida y en el caso de asignaturas prácticas, también ejecutada.
Sensación de nerviosismo permanente antes de un examen, o simplemente desazón al ver todo lo que queda por delante, puede hacernos tomar la decisión de abandonar, o en el mejor de los casos, pasar momentos tensos y duros.
Esto trae consigo una consecuencia desastrosa a largo plazo, si no cambiamos nuestro marco mental, y es el asociar estudio con algo negativo, de presión y malestar, lo cual puede llevarnos a un rechazo a seguir formándonos una vez acaba nuestra etapa estudiantil.
Es por ello que cuánto antes empecemos a cambiar nuestra manera de enfrentarnos al estudio, cambiar nuestro concepto de este y la manera de organizarnos, antes evitaremos desgastes innecesarios y comenzaremos a poder disfrutarlo.
El trabajo por objetivos es la mejor opción, es decir, antes de ponernos a empezar por algo, la mayoría de veces eligiendo aleatoriamente o dependiendo de nuestro estado de ánimo, dedicar las horas necesarias sólo a organizar los próximos días y a diseñar una estrategia por objetivos.
Estos objetivos deben ser:
1. Cortos, cuanto más mejor. El acabar pronto tareas pequeñas, da una sensación de placer muy motivante, mejor muchas tareas más pequeñas, que menos, pero inconcuso o muy grandes.
2. Realistas, teniendo en cuenta el tiempo que verdaderamente tenemos, y nuestro nivel de energía, debemos contar en la planificación con estos factores, ya que muchas veces tendemos a idealizarnos y pensar que podremos con una sobrecarga irrealista, lo que nos hace acabar frustrados.
3. Darnos una pequeña recompensa, cada vez que acabamos una o varias tareas, dependiendo del esfuerzo de estas, pero no olvidar que es parte del proceso de nuestros logros, el felicitarnos a nosotros mismos, y trabajar con recompensas estimulantes.