En ocasiones mis alumnos me preguntan: "¿Pero desde cuándo se habla francés?". Y pienso, es una buena pregunta. Hoy lo vamos a descubrir en este artículo.
En primer lugar, debemos entender dos cosas: una, que los idiomas no nacen tal cual son hoy en día, sino que son el fruto de siglos y generaciones de mezcla y evolución. Y dos, que esta evolución es consecuencia directa de la historia, es decir, los lugares donde se habla un idioma actualmente dependen de lo que ocurriera en su país de origen: ¿fue invadido?, ¿se dividió?, ¿conquistó otros países, imperios o regiones?
Vamos a acercarnos a la historia de la lengua francesa, que es una lengua romance. El francés, efectivamente, viene de Francia, o más bien en lo que era Francia en los primeros siglos d. C.: una sucesión de pueblos, culturas e idiomas unos detrás de otros. Si bien el latín fue la lengua de origen preponderante, el francés antiguo también tenía partes del idioma galo y del franco, de donde precisamente obtiene etimológicamente su nombre. Posteriormente, con la caída del Imperio romano, habrá una influencia de las lenguas germánicas, que se conserva hasta hoy, por ejemplo, en la nasalización de algunas vocales.
Sin embargo, la lengua francesa no era uniforme en todo el territorio: ni en todas las regiones, ni todas las personas la utilizaban. El francés medio o clásico era una lengua culta que se hablaba principalmente en la corte. Al comienzo de la Revolución francesa, se estima que solamente una cuarta parte de la población francesa hablaba francés. Bretón, euskera, catalán, occitano, arpitano, flamenco, corso, alsaciano y francoprovenzal eran lenguas usadas por el pueblo en las diferentes regiones. Desde entonces, métodos humillantes fueron utilizados para eliminar estas lenguas entre la población con el fin de unificar el territorio (Napoléon I). Durante el siglo XIX se fueron poco a poco desprestigiando y hacia el siglo XX se abandonaron progresivamente.
Podemos hablar de francés moderno como la lengua que existe desde el XVIII hasta la actualidad. Sin embargo, el francés actual presenta influencias de otros idiomas, como el inglés, el alemán o el español. ¿Cuándo podremos observar estas transformaciones con perspectiva? Una vez más, la historia es la única que puede darnos respuesta.
