La clásica forma de dar clase del tipo clase magistral (el profesor explica y el alumno escucha) daba buenos resultados, y los sigue dando, solo si se aplica a una audiencia con un nivel de desarrollo personal alto, o cuando los contenidos, por su dificultad, no tienen una forma sencilla de ser convertidos a analogías, o no es fácil fomentar la aclaración mediante construcción del conocimiento.
Esta forma de dar clase tiene la ventaja de que se puede comprimir muchos contenidos en poco tiempo, y permite una selección del alumnado en función de su nivel intelectual ya que los más aventajados serán capaces de seguir las explicaciones y los que no pueden, mala suerte, estudia más en casa.
Sin embargo, un profesor o educador no busca explicar a los más aventajados (seamos sinceros, quien no está encantado de encontrar un alumno que entiende a la primera, pues todos, pero a los profesores nos hace sentir igual de orgullosos todos los estudiantes que se esfuerzan), lo que un profesor con vocación busca es llegar a los estudiantes, que comprendan los contenidos, que sepan aplicarlos a diferentes situaciones y que, incluso, te propongan nuevan situaciones extrapolables.
Esto explica la evolución en la forma de dar clase desde las clases magistrales a clases con metodologías constructivistas (se construye el conocimiento mediante razonamiento) y también explica, por qué cada vez más profesores se suman al empleo de una metodologia cooperativa.
Ah, la fabulosa metología cooperativa, ¡Qué divertida!, grupos de estudiantes trabajando en y como un equipo. Procediendo con roles especificos pero rotatorios dentro del grupo que deben defender para conseguir un objetivo común, que el grupo entero alcance el objetivo expuesto de la mejor forma posible. Si me dieran un euro por cada tesis fin de master de profesorado que he leido sobre esta metología sería inmensamente rica.
A fecha de hoy 28 de abril de 2020, el confinamiento de un mundo entero es el escenario nuevo en el que dar clase. Esta profesión nuestra de la enseñanza, es llevada a cabo por profesionales de la improvisación, y me refiero a que todos los profesores sabemos que nunca nunca los alumnos son iguales dos días seguidos, y que jamas se repite el tipo de clase de un año para otro, de manera que quien mejor que un profesor para adaptar su via de transmisión de la información a internet. Un profesor adapta eso y lo que haga falta, siempre con la idea de enseñar o mejor dicho de ver que tu estudiante comprenda y se sepa lo que necesita para su desarrollo.
Un profesor con vocación es esto y no una persona que da clase por que no tiene otra cosa que hacer, y sobre todo alquien que enseña y no (malditos esos que lo hacen) alguien que ayuda a hacer un examen online a los alumnos que lo piden (ellos prueban claro, como no).
