En este post pretendo responder a una cuestión que ha ido adquiriendo mucha relevancia en los últimos años. Como cada vez es más fácil viajar y conocer otras culturas, cada vez son más las personas que estudian otros idiomas. ¿A quién no le gustaría ir a Estados Unidos (EEUU) y poder hablar en inglés con el camarero del restaurante, o con la vendedora de la tienda?
Pero claro, un idioma no se aprende en 2 días. Es necesario ir a clases de idiomas como mínimo durante un año, para poder empezar a entender cómo funciona esa lengua que quieres hablar. Y como pasa con todo, hay muchas maneras de aprender. ¿Pero cuál es la mejor manera de aprender un idoma?
La respuesta es clara para mí: de mano de alguien que ya sabe ese idioma. ¿Y por qué no aprender tú sólo en casa? Porque sin ayuda de una persona que sepa más que tú, vas a avanzar mucho más lento. Y te vas a centrar en cosas que no son importantes para aprender el idioma.
En cambio, si tienes alguien que te vaya guiando, y que te lleva por los caminos más rápidos para aprender el idioma, vas a aprender mucho mejor y a un ritmo mucho más alto.
Saber esto nos acerca a la pregunta inicial, pero no nos resuelve aún el problema. Si ya hemos dicho que la mejor manera de aprender un idioma es con la ayuda de otra persona que ya sepa hablarlo, escucharlo y escribirlo, ¿Es mejor ir a una clase con más gente, o es mejor tener un profesor particular?
Como muestran recientes resultados de ensayos clínicos psicológicos, se aprende mejor y más rápido si el grupo de aprendizaje es pequeño. Por que el profesor (o profesora) puede adaptar de manera más eficiente su método de enseñanza a las necesidades específicas del alumno/a. Ya sabemos que cada persona es distinta, y debe ser tratada de manera distinta, y acorde a sus capacidades.
Luego la respuesta a ¿Cuál es la diferencia entre una clase de idiomas en una academia y una clase de idiomas particular? es muy sencilla.
La diferencia es que una clase de idiomas en una academia no puede llegar a ser tan eficaz como una buena clase particular, por la sencilla razón que nunca podrá adaptarse perfectamente a las necesidades de todos los alumnos.
De todas formas, no quiero despreciar ni mucho menos a las clases que ofrecen las academias. Ya que estas garantizan un nivel mínimo al que llegan los alumnos. Con las salvedades que ya he mencionado más arriba.
En resumen, y a modo de conclusión, si quieres que tus hijos/as (o tu mismo/a) aprendan un idioma lo más rápido posible, contrata a un profesor particular que les ayude en el camino!
