Ajedrez, creatividad, emoción...

"Se ha demostrado experimentalmente que el estudio sistemático del ajedrez estimula el desarrollo de habilidades y procesos del pensamiento tales como: atención, expresión numérica y verbal, autoestima, análisis, síntesis, inteligencia y creatividad.

En el transcurso de una partida de Ajedrez así como en la resolución de problemas, discurre una forma de pensamiento organizado que se asemeja al discurso científico. En el acto del desarrollo de una partida, el ajedrecista observa, compara, clasifica, organiza ideas, hipotetiza (conjetura, presume) aquello que investiga, analiza, ensaya, sintetiza, toma decisiones y las ejecuta.
En el año 1960, el psicólogo Alan de Goot realizó un estudio en la antigua Unión Soviética entre dos grupos de niños y jóvenes de edades diferentes. Las características comunes eran que todos poseían un coeficiente intelectual similar y que no sabían jugar al Ajedrez. A un grupo le enseñaron el juego y al otro no. Después de un año observó que al grupo que se lo vinculó al “juego ciencia” tuvo un adelanto extraordinario en el uso racional de la lógica, la capacidad de concentración, el desarrollo de la memoria, la capacidad de análisis, la disciplina mental y la madurez emocional, entre otras habilidades. Así fue como se estableció el ajedrez como materia obligatoria en ese país. Su ejemplo luego fue seguido por más de 30 países.

Algunas investigaciones básicas desde esa fecha:

  • Albert Frank en 1974: Habilidades verbal y numérica
  • George Stephenson en 1979: Concentración, autoestima, rendimiento académico, actitudes y esfuerzo
  • Robert Fergurson en 1983: Pensamiento crítico y creativo
  • Cristine Pal en 1990: Autonomía, confianza, habilidad verbal y numérica
  • Stuart Margulies en 1990: Inteligencia, habilidad lectora, autoestima y atención
  • Philip Rifner en 1992: Transferencia de Tareas

El juego de ajedrez es una disciplina muy benéfica para el desarrollo integral de los estudiantes. Concerniente al incremento de actividades intelectuales, es un medio adecuado para adiestrar a la mente en el razonamiento analítico y en la capacidad para tomar decisiones. Además, es excelente para el desarrollo de la atención, la concentración, la memoria y la intuición. En cuanto a lo afectivo: promueve la creatividad y la iniciativa. Aunque casi no maneja el algoritmo, como en matemáticas, ofrece muchas posibilidades para comprender las relaciones que existen entre los elementos, desarrollando el pensamiento analítico y facilitando la comprensión de fórmulas.

“Decidí que lo primero que debía fomentar en mis alumnos era el modo independiente de actuar”. M. Botvinnik (ex campeón mundial de ajedrez)

Articulo escrito por Adolfo Anderssen

Temas
Utiliza nuestro Buscador Inteligente
© 2007 - 2024 Tus clases particulares Mapa web: Profesores particulares| Academias y centros