Está claro que una de las asignaturas más temidas por los alumnos de Secundaria y Bachillerato son las matemáticas, causando en la gran mayoría de las veces un odio y animadversión que puede llegar a desencadenar severos escenarios de ansiedad y angustia por dicha materia.
Por mi propia experiencia, la mayoría de las personas que sufren dichos problemas con las matemáticas suelen alegar que es una materia que siempre les ha costado o que los números nunca han sido lo suyo.
Bien es cierto que en varias ocasiones se puede tratar de personas que los cálculos no son su mayor fuerte, incluso llegando a ser casos confirmados de la llamada discalculia. Pero en la gran mayoría de veces el problema va mucho más allá, donde ni siquiera el propio estudiante tiene la culpa.
El problema radica en cómo nos enseñan las matemáticas desde pequeños. Esta importante asignatura para la formación de las personas está muy mal enfocada. Obviamente, en edades tempranas hay que fomentar la realización de cálculos matemáticos (como la suma, resta, multiplicación, división...) y la memorización de ciertos procedimientos fundamentales.
Aunque, cuando el alumno ya tiene ciertas capacidades, hay que enseñar las matemáticas construyéndolas desde la lógica, y, por lo general, se hace todo lo contrario, pues se fomenta una de las formas más crueles de estudiar las matemáticas: la mecanización.
En matemáticas absolutamente todo tiene un porqué, con una explicación lógica (incluso a veces visual), más allá de lo que generalmente algunos docentes suelen dar a parecer: un batiburrillo de números, cuentas y procedimientos que te da "algo" como resultado.
Estoy seguro que alguna vez habéis tenido un profesor de matemáticas que, desgraciadamente, no ha sido capaz de enseñaros lo que puede haber más allá de las matemáticas y el porqué de ellas, causandos un rechazo hacia esta materia que en el fondo es tan bonita. Aun así, estoy generalizando, ya que también hay profesores de mates (aunque desgraciadamente son pocos) que te hacen disfrutar la belleza de las matemáticas.
Por este motivo, la gente suele recurrir a clases particulares de matemáticas, normalmente tratando de buscar una mejoría en sus calificaciones, buscando a la vez una forma de enseñanza de la asignatura mucho más amena y correcta que la que generalmente se suele ofrecer en los colegios e institutos.
