A menudo nos preguntamos por cual puede ser la forma de la tierra. Ahora se ha creado el bulo de que la tierra es plana... ¡Y nada más lejos de la realidad! Toda la evidencia científica apunta a que la tierra es (de hecho) algo parecido a una esfera (y sí: una esfera, porque la diferencia entre las distancias del centro a uno de los polos y la distancia del centro al ecuador apenas es de 50 kilómetros, que en términos terrestres... es algo despreciable), y entonces podemos dormir tranquilos.
Pero no podemos decir lo mismo del universo. Actualmente existe la controversia de si el universo posee una forma determinada: las observaciones astronómicas dicen que podemos habitar un universo plano (como un cubo, o algo parecido a él), una esfera (que en dos dimensiones se parecería al planeta en el que vivimos, pero en tres... es un poquito más difícil de describir) o uno hiperbólico (algo así como una silla de montar o una patata muy famosa que viene en tubos, pero en tres dimensiones). De los tres tipos de universo posibles, sólo el esférico es FINITO, lo cual es un gran candidato para los cosmólogos (los físicos que, como yo, estudiamos los modelos de la evolución del universo) porque, bueno, mantiene a la energís total del universo también finita.
Sin embargo, contra toda esperanza, pareciera ser que es más plano de lo que pensamos. ¿Y qué implicaciones tiene eso? Bueno, pues nos dice que la densidad de energía del universo está homogéneamente distribuída, como se puede observar en la fotografía de cabecera (sí, la guay que está allá arriba). Esto nos permite imaginarnos en que puede ser posible que haya otros sistemas solares, civilizaciones y seres que pueden ser como nosotros y, eventualmente, podríamos ponernos en contacto.
¡Y todo esto por comenzar en qué forma tiene el universo!
