Es cierto que pueden aportar mucho las nuevas tecnologías a la enseñanza de lenguas.
En primer lugar, las nuevas tecnologías son activas y más directas que la enseñanza tradicional. Lo frecuente se usa es Internet que es más conocida y más beneficioso. Los alumnos sacan un montón de información nueva y creativa a tras de Internet. Es una manera muy buena para amplificar sus conocimientos y visión.
Luego, las nuevas tecnologías reforzar el intercambio entre los profesores y alumnos. También calentar el ambiente del aula dejando a ellos expresar sus opiniones y cambiar la idea con sus compañeros.
En continuación, las nuevas tecnologías ayudan a ordenar y organizar bien las planificaciones educativas. Por ejemplo, pueden enviar o competir los apuntes con nuestros alumnos para que preparen lecciones antes de la clase o mandar los deberes mediante una aplicación pedagógica, etc.
Por último, las nuevas tecnologías rompen las barreras del espacio y el tiempo. Es decir, dar la clase no solamente en el aula interior. En caso de que tengamos el equipo didáctico, realizaremos la enseñanza en cualquier sitio mundial. La mejor prueba es la educación a distancia. Ahora ya realizamos el aprendizaje internacional y saltar la limitación de distribución geográfica. Es un éxito grande en el progreso docente por supuesto.
Hace unos meses tenía clase con una niña de 8 años. Su madre me comentó que las clases resultan muy aburrida para su hija porque no era muy dinámica y llenas del vocabulario. Después busqué unos videos educativas por Youtube y hice unos juegos. Al final la niña estaba contenta conmigo.
En definitiva, debemos usar las nuevas tecnologías y úsalo bien.
