Para alumnos especiales, profesoras especiales y logros especiales

Los inicios en el mundo de la academia

Desde los 22 años soy profesora. Empecé como profesora de español y ciencias sociales de una escuela nocturna en mi país, para chicos que habían sido expulsados de cuanta escuela había en la época, a una edad en la que la mayoría de los chicos apenas comienzan su carrera o no han elegido aún, qué profesión seguir.

Han sido muchos años de trabajo y obstáculos vencidos, pero del mismo modo han sido tantas las alegrías y satisfacciones, que nadie tiene idea siquiera de lo maravilloso que es mirar hacia atrás ahora que el tiempo ha pasado.

Clases de apoyo especial

La Dislexia no fue un obstáculo

De todas las experiencias, solo mencionaré aquel par que ha dejado huellas profundas en mi vida:

Disley era una chica de rasgos indígenas, de 16 años, con una dislexia no diagnosticada en la época; todos sus profesores la trataban como a un ser inferior y algunos de ellos aseguraron que si de ellos dependía, ella no podría ser promovida de curso y mucho menos iba a terminar la escuela secundaria dado que, según ellos, escribía como hablaba y eso no era admisible en la pedagogía de la época, para profesores que se preciaban de ser los mejores docentes.

Con gran sacrificio y por recomendación mía (quien con mi escasa experiencia y conocimiento pude al menos tratar de guiarla), empezó a practicar, a elaborar planas y a tratar de mejorar su composición escrita y su expresión oral, leyendo, insistiendo y finalmente logró promoverse al siguiente grado y, a la postre, apoyada por su familia, consiguió terminar la escuela secundaria casi al filo de los 30.

Hoy es una mujer, profesional en estética y gastronomía, emprendedora, con su empresa propia, exitosa, feliz y profundamente agradecida con esta servidora, quien poco o nada pudo hacer por ella.

Ser especial te hace “especial”

La segunda experiencia me ha ocurrido apenas hace una semana.

Por referencias de otra chica a quien le corregí estilo en su TFG, Betty me pidió que le revisara una ponencia para profesora de matemáticas de chicos “normales” y dar clases para alumnos con TDAH o Autismo.

¿El dinero debe ser siempre lo más importante?

Al darle mi tarifa, la chica me aseguró que para ella era un precio casi inalcanzable, por lo que terminé aceptando lo que me ofrecía, ya que no me parecía justo que solo el factor dinero contara en un caso de urgencia, dado que solo tenía dos días para poner a punto su trabajo.

Las dudas y la extrañeza

Admito que cuando empecé a leer, la forma en que se expresaba, en primera persona y reiterando "uno se divierte", "uno aprende a compartir", "uno hace lo mejor que puede", le confesé que había que rehacer prácticamente todo y parafrasear el contenido bajado de internet sin citar.

No obstante, luego de avanzar en la lectura de dicha ponencia, con gran asombro pude colegir de su escrito, que se trata de una persona con habilidades cognitivas diferentes y quien se está postulando, como decía antes, para ser maestra de matemáticas.

Fue maravilloso ver cómo buscó la literatura y los programas que pueden ayudar a que estos jóvenes puedan fijar su atención y tomarle amor a programar y a crear contenido a través de herramientas informáticas didácticas gratuitas y cómo, a pesar de sus dificultades para componer, realizó un trabajo inmejorable. Incluso lo pasé por el detector de plagio, pues no podía creer que alguien así fuera capaz de una composición tan “perfecta”.

También llama la atención encontrarse con el hecho de que, buscando e investigando, se conectó con otros investigadores, quienes han descubierto que los ritmos africanos, poco estructurados y con movimientos libres, logran el milagro de que un chico con déficit de atención, pueda concentrarse en clase y dar muchos e increíbles frutos.

Puede ser que a muchas personas les parezca difícil escribir, componer, relatar, incluso elaborar un escrito e investigar, siendo alguien con habilidades cognitivas “normales”; algunas de ellas me han buscado para que les apoye con un ensayo de 200 palabras o con una tesis de maestría y admiten que organizar las ideas y seguir los lineamientos y normas es un asunto bastante peliagudo; pero ¿qué decir entonces de esta chica que, con todo y sus limitaciones ha escrito una ponencia espléndida según mi humilde opinión?

Escribir en primera persona no le quita rigor a una investigación

Todos los argumentos anteriores me autoconvencieron de que debía dejar el escrito lo más original que fuese posible y que su estilo le daba un toque personal, único, auténtico, diferente al frío y académico de la tercera persona que se utiliza en los trabajos de investigación.

Conclusiones:

• Seas quien fueres y tengas las dificultades que tengas, puedes lograr cualquier cosa que te propongas.

• No necesitas el apellido Nash para ser un economista, un matemático o un físico brillante.

• Los únicos obstáculos a vencer deben ser los que te pongas a ti mismo.

• Sé tú mismo, sé auténtico y podrás dar lo mejor de ti en cualquier ámbito académico, laboral, artístico o científico.

• Sé disciplinado y constante, asesórate, lee, consulta y verás, tarde o temprano los frutos de tu trabajo.

• No permitas que Nadie te diga qué hacer y qué no hacer; para qué eres bueno/a, o para qué no lo eres.

• Finalmente, arriésgate, muéstrate, sé honesto contigo mismo y eso vencerá las más grandes reticencias.

¡Y sonríe, la vida es bella!

Para Alumnos Especiales, Profesoras Especiales y Logros Especiales

Denisse Stella Amado López

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