En este post vengo hablar de las diferentes personas que he tenido el placer y la suerte de enseñarles el método Pilates. Me gustaría agradecer personalmente a varias personas que me han marcado en este mundo laboral debido a su implicación y sus ganas de aprender que hacen que yo mejore indirectamente, cosa que valoro muy positivamente.
La primera persona que quiero agradecer es Ana, esta mujer siempre estaba con una sonrisa y quería aprender diferentes posturas como a usar los difernetes materiales que disponíamos (bandas elásticas, fitball,bosum,..). Ella no estaba muy motivada con el ejercicio y decidió apuntarse medio obligado por su marido a clases de pilates y sin querer la cosa mejoró mucho en todos los ámbitos (bio-psico-social). Este es un claro ejemplo que con actitud (venía todos los días pronto y se iba la última) todo es posible y el cambio lo decides únicamente tú.
Otra persona que me encantó fue Sergio, él vino por un problema de lumbalgia y al cabo de 4 meses disminuyó dicho dolor y mejoró su higiene postural, la cual era la causante de dicha molestia.
Tambíen me encantó Pablo, este chaval había ganado algunos kilos de más y no le gustaba el mundo de gimnasio...por lo que decidió probar y al cabo de 6 meses empezó a mejorar su composición corporal así como su respiración. El pilates fue la mecha que le incentivó a hacer más ejercicio y cuidarse.
En la última empresa que trabajé aprendí a adaptarme a un espacio muy reducido con escaso material, pero que se vió compensado con un excelente compromiso con las 6 chicas que tenía. Me acuerdo de un día que llovía mucho y pensaba que no iban a venir y faltó solo una, aspecto por el cual valoro cada día más mi trabajo porque valoran mis conocimientos e implicación en el método Pilates (contrología) y se implican al máxima a pesar de las circunstancias al igual que me pasó con el COVID 19 (venían a entrenar con mascarilla).
