¿Cuánto tiempo tarda un hispanohablante en aprender chino?

¿Cuánto tiempo tarda un hispanohablante en aprender chino? Si alguna vez te has planteado estudiar chino, probablemente esta pregunta haya rondado tu mente, ¿tardaré un año, dos, tres…? Déjame decirte que no hay una respuesta correcta. El tiempo de aprendizaje de un idioma depende de distintas variables, y cada una de estas variables, difiere mucho entre cada persona. A continuación, voy a enumerar algunas de ellas por orden de importancia.

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Variables al aprender chino

  • Objetivo

Plantéate a ti mismo, ¿por qué quiero estudiar este idioma? Sea cual sea tu meta: nuevas oportunidades laborales, estudiar en el extranjero, comunicarte con esa persona que tanto te gusta, pero no habla tu idioma o, simplemente, porque disfrutas del aprendizaje de nuevas lenguas, marcarse este objetivo es fundamental para que el resto de variables se mantengan constantes a lo largo del tiempo y no decaiga tu motivación (aunque os pongo en preaviso, habrá momentos de desgana absoluta y es normal, pero si nuestro objetivo es fuerte, permanecerá invariable pase lo que pase).

  • Constancia

Tras muchos años estudiando chino y otras lenguas, aquellas en las que he tenido más éxito, la constancia ha sido la clave principal. Una vez marcado nuestro objetivo principal, para la absorción correcta de nuevos conocimientos (no solo de nuevos idiomas) el dedicar una pequeña porción de tiempo diariamente es mucho más efectivo a largo plazo que estudiar una vez a la semana cuatro horas seguidas.

Por lo tanto, mi consejo número uno es, no te tortures un día con una larga sesión de estudio para luego no volver a revisar lo aprendido hasta una semana después de la saturación que has sentido. Trata de espaciar el aprendizaje en sesiones diarias de 10/15 minutos cada una. En primer lugar, evitarás saturarte hasta el punto de llegar a odiar lo que estás aprendiendo y, en segundo lugar, lograrás retener esos conocimientos por un plazo mucho más largo.

  • Método

Tenemos nuestro objetivo y somos constantes en el estudio, pero ¿cuál es el mejor método a seguir? Ir a clase en la escuela de idiomas está muy bien, muchos hemos empezado por ahí, pero si realmente quieres triunfar en el aprendizaje de una lengua, no te quedes únicamente con lo que aprendes en esa clase de dos horas, dos veces por semana, tienes que ingeniártelas para encontrar fuentes adicionales de conocimiento. Actualmente, con internet, los recursos de los que disponemos son casi infinitos:

  • Repasa vocabulario con el uso de flashcards, por ejemplo, con aplicaciones en línea como Anki o Quizlet.
  • Relaciónate con nativos para intercambio de idiomas en aplicaciones como Tandem.
  • Encuentra tutores privados de conversación profesionales en plataformas como Tusclasesparticulares.
  • Busca lecturas graduadas adaptadas a tu nivel con aplicaciones como DuChinese.
  • Descárgate inmediatamente la aplicación de Pleco, el diccionario en línea para chino más completo que he encontrado hasta la fecha

Estos son algunos de los innumerables recursos que he probado, y los que más útiles me han parecido.

Diferencias entre el chino y el español

A simple vista, ambos idiomas pueden parecer dos realidades totalmente distintas. Los miles de caracteres que es necesario memorizar para aprender a leer mandarín, pueden echar atrás a muchos nuevos estudiantes. Sin embargo, estoy aquí para tranquilizarte y explicarte por qué estudiar mandarín puede ser más fácil de lo que parece, y cómo aprender a amar esas diferencias entre ambas lenguas, en vez de vernos intimidados por ellas.

  • Conjugaciones

¿Te has planteado alguna vez el infierno que debe ser para un estudiante de español aprender tantas conjugaciones verbales y variaciones? Con el chino, esto no sucede. En mandarín, yo no como, yo comer; tú no eres, tú ser; él no camina, él caminar; ella no baila, ella bailar; nosotras no jugamos, nosotras jugar… ¿Entiendes por dónde voy?

En mandarín, los verbos nunca sufren variaciones, por tanto, en el tiempo en el que un estudiante de español ha aprendido: yo soy, tú eres, él/ella es, nosotros/as somos, vosotros/as sois, ellos/ellas son (seis variaciones distintas de un mismo verbo), el estudiante de mandarín ha podido aprender seis verbos distintos.

Veamos el verbo comer (chi) en chino como ejemplo:

Yo como (wo chi)

Tú comes (ni chi)

Él come (ta chi)

Ella come (ta chi)

Nosotros comemos 我们 (women chi)

Vosotros coméis 你们 (nimen chi)

Ellos comen 他们 (tamen chi)

Ellas comen 她们 (tamen chi)

  • Género y plurales

¿Por qué en español la mesa es femenina, pero el armario masculino? ¿Tenemos alguna manera de preguntarles el género a estos objetos? Mientras que un estudiante de español debe aprenderse de forma individual el género de cada uno de los sustantivos que aprende, en chino, no existe este concepto, así como tampoco existen variaciones en las palabras sean uno, dos o diez mil.

Ejemplo:

Mesa en chino se dice 桌子 (zhuozi)

Una mesa 一张桌子

Dos mesas 两张桌子

Observemos como la palabra mesa permanece invariable mientras lo que varía es el carácter que representa el número.

Estos dos grandes pilares, convierten al español en un idioma mucho más complejo gramaticalmente que el chino. Sin embargo, tampoco podemos obviar las complejidades del mandarín frente al español, que tampoco son pocas.

  • Los caracteres o 汉字

La primera y por la que normalmente nos vemos más intimidados es su complejo sistema de escritura. Mientras que el español se sustenta en el alfabeto latino para construir su lenguaje escrito, el mandarín no tiene un alfabeto como tal, sino que se compone de un conjunto de más de 50.000 caracteres o 汉字 cada uno con su propia escritura y pronunciación, pero… respira, no entres en pánico; de estos 50.000 caracteres, en la práctica, para poder tener un nivel decente del idioma, necesitas conocer alrededor de 3.000, mejora un poco la cosa, ¿no?

Aun así, debemos distinguir entre un carácter y una palabra. Mientras que la mayoría de los caracteres por sí solos tienen un significado, en el chino moderno, la mayoría de palabras están formadas al menos por dos caracteres que suelen ser combinaciones de estos que están incluidos en la lista de los 3.000 más empleados. Vemos un ejemplo:

(huo) – significa fuego

(shan) – significa montaña

¿Y si juntamos ambos caracteres? ¿Qué créeis que puede significar?

火山 (huoshan) – volcán

Este se trata de un ejemplo muy sencillo para llevar a la práctica la realidad que estoy tratando de explicar, pero se trata de un fenómeno muy frecuente en el mandarín, aunque no siempre la combinación de significado de dos caracteres en una única palabra es tan evidente como fuego+montaña=volcán, pero creo que de este modo se puede llegar a entender.

Y si bien es un viaje fascinante aprender a escribirlos a mano, los teclados de móvil y ordenador actuales permiten escribir caracteres mediante diferentes métodos de entrada, siendo el pinyin* el más conocido.

*el pinyin es la adaptación fonética del chino mandarín haciendo uso del alfabeto latino, es el método más empleado tanto por nativos como por estudiantes del lenguaje para aprender la pronunciación. Este método es merecedor de un artículo único por lo que lo dejaremos para otra ocasión.

  • Los tonos

El mandarín, al igual que varios idiomas del sudeste asiático, es una lengua tonal, ¿qué quiere decir esto? Pues que la diferencia en la entonación de una palabra, provoca un cambio en su significado, porque no es lo mismo decir (mā), que decir (má), que decir (mǎ), que decir (mà). Podemos estar diciendo, por orden, madre, cáñamo, caballo o insultar. Este es uno de los ejemplos que los estudiantes de chino aprendemos en nuestra primera clase. El primer mes de aprendizaje del chino normalmente se centra en estudiar los tonos y la pronunciación, por lo que entre esas primeras clases de mandarín y las clases de solfeo de primero de conservatorio no hay mucha diferencia.

Conclusiones sobre el aprendizaje chino

Recordamos que el aprendizaje de cualquier nueva habilidad, no necesariamente un idioma, depende de tres variables fundamentales: objetivo, constancia y método. Si nos centramos específicamente en el caso de un hispanohablante que estudia mandarín, se encontrará con ciertos retos con los tonos y los caracteres, pero encontrará que muchos puntos gramaticales, son infinitamente más sencillos que su idioma natal. Os animo a que si tenéis un mínimo interés en esta lengua o cultura, que le deis una oportunidad: ¡os fascinará!

Nos vemos en la próxima.

¡Saludos!

再见

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