Para nadie es un misterio que nuestro mundo moderno ha traído consigo nuevas herramientas tecnológicas que han traído nuevas innovaciones en las formas de enseñar. Todos los cambios que comprendían la inmersión de las nuevas tecnologías dentro de la educación venían dándose de forma paulatina, especialmente en los países en vías de desarrollo. Sin embargo la pandemia incremento la inmersión de estas tecnologías en la educación y exigió tanto a instituciones educativas, como a docentes aprender a manejar estas herramientas, pues resultaba la mejor alternativa frente a la prevención del virus, para evitar el contacto con otros. Lo que conllevo a la no presencialidad.
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Pero no podíamos detenernos frente al conocimiento. Siendo así que mientras todos nos acomodamos paulatinamente a todos estos cambios en nuestras vidas, debimos acomodarnos a la enseñanza virtual. El docente debe aprender a enseñar haciendo uso de las herramientas tecnológicas y el estudiante aprender a aprender por medio de las mismas.
Pero los cambios traen nuevas necesidades y no todos se han acoplado de forma tranquila a estas mudanzas en su vida y aún menos en los procesos de enseñanza. Por lo que la educación particular ha tomado un nuevo impulso, los profesores particulares nos hemos convertido en una pieza importante en medio de este nuevo acoplamiento al que se enfrenta la sociedad porque somos una ayuda frente a las nuevas necesidades que exigen estas mudanzas.
La enseñanza de las matemáticas, el paso que exigió lo presencial a lo virtual conllevo algunas dificultades en los estudiantes, parece que ante la ausencia de la presencialidad el estudiante queda con vacíos conceptuales que han exigido refuerzos en el conocimiento. Los profesores particulares que también contamos con las herramientas profesionales y los conocimientos necesarios para guiar hacía el conocimiento nos hemos convertido en las piezas importantes que ayudan a colmar, a reforzar los vacíos que deja la enseñanza cotidiana de los estudiantes.
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Todo ello mientras nos acoplamos a esta nueva forma de enseñar y esta nueva forma de aprender, pues aunque vuelva la presencialidad la inmersión de las tecnologías dentro del campo de la educación es ya algo latente dentro de las mudanzas que exige una sociedad cada vez más inmersa en lo digital y lo tecnológico.
