Preparar oposiciones no es tarea de superdotados.

Preparar oposiciones puede ser algo tan posible como imposible. Dependerá de si sabes o no como enfocarlo.

Una vez, alguien me preguntó cómo había conseguido escribir un libro de más de ocho cientas páginas. Mi respuesta fue muy sencilla: soy incapaz de escribir ocho cientas páginas. ¡ Dios mío, no me sobrevalores ! Tan sólo me he limitado a escribir una página ( y a veces con sumo esfuerzo) ocho cienta veces. Eso es mucho más sencillo y está al alcance de cualquiera.

Estudiar es parecido. Un temario completo de una oposición o de cualquier asignatura, puede echar para atrás hasta al más motivado para el estudio. Se trata de ir planteándote pequeños retos: un página, un epígrafe, la asimilación de un concepto,... y dejar que el tiempo transcurra a su ritmo ( ni estresado ni cansino). En menos de lo que te imaginas aquella montaña que un día viste tan inalcanzable, empezará a ofrecerte unas preciosas vistas de un valle cada vez más lejano.

Te explico cinco pasos que puedes hacer para conseguir lo que te propongas ( ¡ a nivel estudio eh!)

El primer paso es ir a la excursión de tu futuro: debés preguntarte si te gusta la Montaña de Futuro que estás contemplando. Si te emociona pensar en las maravillosas vistas que podrás contemplar desde su cima. Tómate un cafe contigo mismo ( los dos a solas, NADIE MÁS), dos, tres,.. o cuarenta y siete cafés,.... los que te hagan falta para tener claro que verdaderamente esa oposición o esos estudios que eliges son lo que van a hacer de ti un buen profesional para beneficio tuyo y de la sociedad ( si amig@ todos tenemos un compromiso también con nuestra sociedad). Piensa en tus capacidades ( ¡ TODOS LAS TENEMOS!), tus aficiones ( ¿qué te apetece hacer cuando tienes tiempo libre?), lo que la gente que te envuelve comenta en positivo de ti, las materias que te gusta más estudiar, las revistas que hojeas cuando entras en una biblioteca, las páginas webs que visitas cuando navegas,.... y procura que lo que decidas guarde relación con la mayoría de ellas.

El segundo es planificarte bien: ¿qué tiempo tienes? ¿ tu horario es real, o te lo han escrito los Cuatro Fantásticos? Si nunca has sido capaz de estudiar siete horas seguidas ( ni tu ni nadie) no lo reflejes en tu horario. Confecciónalo siendo realista, pisando en firme ( ten en cuenta tus obligaciones familiares, laborales, tu necesario descanso, y como no también, el plus de esfuerzo que deberás estar dispuesto a asumir) Con todo ello confecciónate un horario real, con dosis de sacrificio personal real que seguro serán necesarias, pero también con la creencia firme de poder cumplirlo día tras día. El hecho de ir cumpliéndolo te dará un plus de motivación que te permitirá avanzar con confianza e llusión en tu reto. Y es más, y esto es un secreto, te dará la confianza extra que te permitirá ir más allá de lo que nunca hubieras imaginado.

El tercer paso es operar: distribuye la materia a estudiar. TODA. Dissecciónala como si fueras un cirujano en las partes más pequeñas que puedas: por temas y epígrafes como mínimo. Coloca cada parte de la materia a estudiar en tu horario. No olvides dedicar un mínimo de dos horas a la semana a repasar los temas ya aprendidos ( puedes ir entre tres a cinco temas, en función de la extensión que tengan). Cuando digo aprendido me refiero a eso, a aprendido. Por ejemplo, ¿cómo te llamas?. No has tardado un segundo en responder, ¿verdad? Pues a eso me refiero.

El cuarto es picar piedra: lee el tema. Vuelve a leerlo. Evita la tentación de subrayar. Una vez lo has leído un par de veces, empieza a subrayar las ideas clave. Utiliza esas ideas para hacerte un resumen ( PROCURA HACERLO CON TUS PALABRAS y no vayas de FOTOCOPIADORA pues dejarás a tu cerebro en OFF). Una vez tengas el resumen, señala las palabras clave y realizar un breve esquema o mapa conceptual con ellas.

El quinto paso es ir a la ópera: canta, canta y canta ( como se dice en el argot opositor) o si quieres para ser más formal, recita o explica a alguien el tema que sabes ( siempre he recomendado a mis alumnos comprar un oso de peluche. Te aseguro que no serás capaz de cambiar su sonrisa aún a pesar de recitarles cientos de veces el mismo tema) Recita primero teniendo un pequeño papel con las palabras claves del temario ( puede ser del tipo mapa conceptual). Vuelve a repetirlo hasta que puedas hacer un avión de papel con tu pequeña chuleta. En ese momento podrás decir que tienes asimilado el tema.

El sexto es mover el esqueleto: haz deporte a diario. Sí, ya se que de entrada me dirás que es una pérdida de tiempo. Te equivocas del todo. Dedícale media hora a hacer ejercicios aeróbicos ( correr, nadar, ir en bici, O BAILA,....) lo que tengas más a mano, te guste más o te implique menos tiempo. Yo nado a diario por varios motivos: me encanta el contacto con el agua, me permite evitarme los fastidiosos estiramientos, y me relaja la mente. Elige el tuyo y hazlo. Le irá de maravilla a tu capacidad cognitiva.

Y el último pero que puede ser el primero: elige a alguien que te ayude a conseguirlo: una academia, un profesor particular ( me ofrezco voluntario) y no pienses que es un gasto de dinero sino una inversión en tu futuro.

Aprende y disfruta.

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