Los jubilados están llenando las clases de pintura. Descubre por qué.

¿Has estado alguna vez en una clase de pintura? Hay gente de todo tipo en ellas, pero hay un sector poblacional cada vez más presente. Nos referimos al que supera los 60 años, es decir, los jubilados.

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¿A qué se debe este fenómeno? No se puede ofrecer una explicación cerrada y exacta, pues en última instancia depende de circunstancias personales. Sin embargo, en este artículo vamos explicarte dos claves que, en general, pueden estar involucradas en esta decisión:

  • Cambios en el perfil del jubilado en las últimas décadas.
  • Beneficios de las clases de pintura para la salud mental.

Si quieres conocer los detalles, no te pierdas lo que viene a continuación. En caso de que seas tú mismo/a un jubilado/a, probablemente te convenceremos de que te apuntes a clases de pintura.

¿Por qué tantos jubilados se apuntan a clases de pintura?

El jubilado del siglo XXI es muy diferente al de, por ejemplo, los años 70 u 80. Las prioridades, intereses y expectativas del sector senior han cambiado drásticamente en el último siglo. ¿Qué tiene que ver esto con la mayor presencia de jubilados en las clases de pintura? Nos explicamos.

El jubilado de los años 70 y 80 nació en los años 20 o 30 del siglo XX y trabajó entre los años 30 y 70. Vivir aquellos años en España marca un perfil personal:

  • La cosmovisión de las personas de la época era más tradicional y conservadora. La búsqueda de novedades no es importante.
  • La vida familiar era más frecuente y activa. No hay mucho tiempo libre.
  • Había mayor conciencia de ahorro. Los gastos elevados se reservaban para cuestiones de primera necesidad.
  • Apego a los lugares conocidos (el barrio, el pueblo de origen). Los viajes al extranjero son extraños.
  • Salud física más precaria que la de sus hijos a su edad por la calidad de la alimentación y los servicios médicos de la época. Muchas actividades no son viables.

Todo lo que necesitas saber sobre las clases de pintura
Hagamos un ejercicio, cierra los ojos e intenta visualizar un mundo imaginario y lleno de arte, piensa en los colores, las formas...

Sin embargo, el jubilado del siglo XXI es muy diferente al anteriormente descrito:

  • El jubilado tiene una cosmovisión más moderna y abierta a nuevas experiencias. La búsqueda de novedades es importante.
  • La vida familiar es más puntual, esporádica. El tiempo libre abunda.
  • Hay menor conciencia de ahorro. El dinero que se tiene se gasta más fácilmente en bienes y servicios de todo tipo.
  • Hay menor apego a los lugares conocidos y más ganas de conocer sitios nuevos. La idea de viajar al extranjero es frecuente.
  • Mejor salud física que sus padres por una alimentación y servicios sanitarios mejores. Hacer todo tipo de actividades es viable.

En conclusión, el jubilado contemporáneo es una persona con mucho tiempo libre en busca de todo tipo de experiencias y con dinero que gastar a placer.

Dadas estas circunstancias, ¿por qué no apuntarse a clases de pintura? Quizá sea una afición que quiere retomar tras mucho tiempo. A lo mejor siempre quiso apuntarse a clases de pintura y hasta entonces no tuvo la ocasión. O puede que, simplemente, tenga curiosidad por aprender nuevas habilidades.

Además de todo lo dicho, las clases de pintura son muy buenas para la salud física y mental. Incluso aunque no sean conscientes de ello, los jubilados se benefician de ellas.

Beneficios de las clases de pintura para adultos mayores

Por muy buena que sea la alimentación y los servicios sanitarios, envejecer es inevitable. Con ello, no solo el cuerpo, sino también la mente empiezan a no funcionar correctamente.

En el segundo caso, las funciones cerebrales empiezan, en menor o mayor medida, a deteriorarse. No es casualidad que en sociedades cada vez más envejecidas las enfermedades como la demencia senil o el alzheimer sean cada vez más frecuentes.

Por el momento no existe forma de evitar o curar estas dolencias una vez aparecen. No obstante, es posible retrasar su aparición. ¿Cómo? Pues ejercitando el cerebro con actividades como las clases de pintura y dibujo.

Cualquier disciplina que se empiece a aprender estimula la creación de nuevas conexiones neuronales. Esto dinamiza el cerebro y, por ello, retrasa la aparición de las enfermedades antes mencionadas. Por lo tanto, no importa si se va a clases de pintura al óleo, clases de pintura acrílica o clases de dibujo. Lo importante es mantener el cerebro activo.

¿Problemas de concentración? Las clases de pintura pueden ayudarte
El mundo en el que vivimos fomenta los problemas de concentración. Nuestro día a día es una multiplicidad de estímulos que llaman...

Además, las clases de pintura y/o de dibujo ejercitan una serie de habilidades muy concretas y útiles. Por ejemplo: la concentración, la paciencia, la distinción de colores, la resolución de problemas, la psicomotricidad fina (el uso ágil y preciso de los dedos) y, cómo no, la creatividad y la imaginación.

Por último, las clases de pintura ayudan a los jubilados a dignificar este periodo de su vida. No pocas personas sufren tras la jubilación porque no saben qué hacer con el tiempo libre que tienen. Sin el trabajo, sienten su vida vacía y sin propósito.

Mediante las clases de pintura y dibujo, los mayores aprenden a proyectar su creatividad en un lienzo. Esto puede ayudarles a mantenerse motivados e ilusionados. Al mismo tiempo, combaten la soledad conociendo nuevas personas con las que compartir una misma pasión.

Dónde encontrar clases de pintura

Si estás jubilado/a y quieres buscar una clase de pintura, tienes dos opciones:

  1. Bucear en la inmensidad de Internet cuáles son las opciones que hay cerca de ti y comparar precios.
  2. Hacer una búsqueda rápida en Tusclasesparticulares y tener, en un abrir y cerrar de ojos, todo tipo de clases particulares a tu alcance. Clases de pintura a domicilio, academias de pintura, clases de pintura particulares… Todo esto y más lo encontrarás en nuestra web.
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