El filósofo sería el que es amigo de la sabiduría. Es su significado etimológico. Detrás de esta palabra adjetivada se encuentra la persona caracterizada por un "amor" hacia el conocimiento, hacia el saber. Como profesor de filosofía, voy a hablaros sobre la importancia de la misma, las razones por las que se estudia.
Este conocimiento o sabiduría no está necesariamente ligada a la transmisión o adquisición sin sentido de diversos saberes. Sino más bien a la búsqueda de sentido de aquellas cosas o sucesos que nos provocan admiración, independientemente si son buenas o malas.
Cuando uno estudia la historia del pensamiento, siempre empieza en la zona del saber griego. Es un error cerrarse a este campo, pues el pensamiento humano es muy amplio históricamente. Cometemos el desacierto de empezar con los planteamientos existenciales griegos, obviando que existen otros. Esta breve sentencia indica ya un proceso de pensamiento y reflexión hacia fuera. Podría decir que esto sería comenzar a filosofar.
Indagar en el pensamiento humano, ayuda a comprender las diversas etapas históricas y sucesos que advienen uno detrás de otro. Nos hace más humanos y más imperfectos. Esto lo refiero a que somos limitados y no podemos con todo. El pensamiento visto desde esta perspectiva ayudaría a que nuestra especie evolucione aprendiendo del pasado y afrontando el presente de una manera realista.
Es por ello, importante estudiar filosofía. Nos hace, te hace, más humano y menos manipulable. Para ser un buen filósofo es necesario ser consciente de nuestra limitación, estar siempre abierto a la búsqueda de la verdad, evitar ser dogmático, abierto a los retos, pero firme en las convicciones. Si estas han de cambiar, ha de ser porque hemos visto que eran erróneas y no por manipulación.
Antes de finalizar este breve comentario o respuesta al título que planteé al inicio. Quisiera poner algún ejemplo objetivo de por qué es necesaria la filosofía y estudiarla. A día de hoy, todos los acontecimientos mundiales que se suceden de forma vertiginosa, son absorbidos inconscientemente en nuestra mente por la información que nos traen los medios. Una persona carente de sabiduría y reflexión los asumirá como verdades fundamentales y para nada discutibles, pues lo dicen las “noticias”.
El filósofo sabrá que esas noticias son sesgadas y destinadas a llamar la atención. Investigará de donde viene dicha información para tratar bien el problema y estar mejor informado. Tiene la capacidad de pensar por sí mismo, y no dejarse convencer por pensamientos baratos.
Otro ejemplo claro de dicha utilidad es el conflicto bélico de Israel y Gaza. Ya nos han dicho quienes son los buenos y quienes los malos. Pregúntate, ¿de dónde te viene ese convencimiento para posicionarte?, ¿vives allí?, ¿conoces su historia o pensamiento? Entonces, ¿por qué te crees lo que te dicen? Si eres filósofo te acercarás a la historia de esos pueblos, a su pensamiento pasado, a otros elementos iluminadores.
Después te habrás formado tu opinión personal sin ponerte de parte de unos u otros. Te acercarás a la verdad y evitarás el enjuiciamiento barato. Si esto lo hiciesen sus gobernantes, buscarían soluciones óptimas y de evolución. Pero desgraciadamente van al uso de la fuerza, porque pelearse y asesinar es mejor que llegar a acuerdos.
Terminado este pensamiento escrito, te digo: “Si piensas, luego existes”, quiere decir que eres filósofo, solo falta ponerte manos a la obra. Pasar de la potencia al acto.
