El hecho de haber ido a la universidad no es suficiente para ser un buen profesor. Éste debe reunir otra serie de cualidades para realizar su importante labor para beneficio de l@s alumn@s.
En este artículo, que consta de dos entregas, pretendo pergeñar los elementos básicos que hacen de un profesor un buen enseñante, cualidades que redundarán en beneficio de los alumnos. ¿Qué bondades deben concurrir, a mi juicio, para ser un/a buen profesor/a comprometido con el logro de sus alumnos?
- La confianza. Considero que la mejor manera de ganar la confianza de los alumnos es comportarse como uno es. Si pretendemos desempeñar un rol/papel que no es el nuestro, el alumno percibirá la falsedad y nuestra credibilidad quedará en entredicho.
- Aprender de los alumnos. Enseñar bien no debe limitarse a dar clase tratando a los alumnos con indiferencia o autoritarismo. Para ser profesor debes permanecer y mostrarte presente, permanecer a la escucha, pues tienen cosas interesantes que decir y compartir.
- Normas de comportamiento. Es necesario preservar el control de la clase para lo que debe definir las reglas básicas, con el fin de que las clases puedan desarrollarse sin perturbaciones. En esta labor es interesante conocer el sentir de los estudiantes para consensuarlas en la medida de lo posible.
- Clases vivas. Es saludable y necesario el promover la participación, la implicación de los estudiantes. Iniciativas en este sentido del profesor, así como de los alumnos, harán una clase más viva, más real: organizar grupos de debate, juegos/concursos periódicos,… De este modo asimilarán más y mejor lo tratado en clase.
Continuará…
