Desde que enseño matemáticas, he visto como el 95% de mis alumnos, más que no entender las matemáticas, no les gusta. Muchos de ellos creen que es una clase, que ver "porque tienen que ver" o es una "obligación". ¿También piensas lo mismo?
Cuando escucho sus comentarios: "Tengo que aprobar", "Quiero salir de esta clase ya" (entre muchas otras) me doy cuenta de la poca ilustración que puede darse en una clase de matemáticas cualquiera.
Como parte de mi metodología, intento ser lo más gráfica con mis estudiantes. Llevarlos a aterrizar ideas que ven como imposibles o demasiado abstractas. Les dejo ver, tanto en papel y lápiz como en "3D", la forma que tienen todos esos números y letras en la vida real.
Habiendo cursando 7 matemáticas a nivel universitario, hecho en falta mucho de lo que ahora es mi metodología de enseñanza. Bajar ante mis ojos, como atraviesa una linea a un cono o, entender que tengo una velocidad relativa mientras camino dentro de un avión en movimiento, son detalles, de linguística, que les hago ver a los estudiantes.
Las matemáticas, aunque suene trillado, es una ciencia y es un arte. Una ciencia que explica todo lo que existe, y un arte que nos invita a desmoronar barrotes que encierran a un moustro que con técnicas simples es muy domable.
Cada estudiante, es particular. Es un individuo con diferentes formas de aprendizaje, y por supuesto, más que preguntar, podamos como "profesores" (a mi me gusta llamarme facilitadora o acompañante) guiar a los alumnos por el camino correcto en el apredizaje, pero a través de sus propias habilidades y lenguaje de comprensión.
Hoy con todas los instrumentos computacionales con que contamos tenernos la gran oportunidad de mostrar a los alumnos muchos de los concenptos y definiciones que de primera vista, pueden parecer "inentendibles".
Insto, tanto a formadores, como a estudiantes y padres, a "darle la vuelta" a las matemáticas y a ver, que son como cualquier otro (pero de suma importancia) un lenguaje más de comunicar información.
