Sí, parece una contradicción, pero como profesor de guitarra, sé que es posible. ¿Cómo puedes practicar la guitarra sin tocarla? ¿Nos hemos vuelto locos? Es muy sencillo, solo tienes que... redoble de tambor... ¡ESCUCHAR! ¡¡TARÁN!! No toques, no intentes hacer nada con el instrumento, solo para y escucha.
Como ya habrás observado en tu experiencia como guitarrista, cuando agarramos nuestra guitarra empezamos a tocar sin tan siquiera pensar en lo que estás tocando, hacemos un fraseo típico (normalmente de pentatónica en mi caso) que va variando por temporadas, a veces es mayor, a veces es menor, bendings por aquí, ligado y slide por allá...
Es algo que sale de forma automática en cuanto sentimos en la mano el tacto del mástil, la púa. Ya que en la memoria muscular de nuestros dedos eso está grabado a fuego.
Y no es exclusivo de los guitarristas, les pasa a otros instrumentistas. Por ejemplo, Hans Zimmer, uno de los compositores más exitosos del cine, autor de bandas sonoras como Interestellar, Batman, entre otras muchas, cuenta que lo primero que hace antes de componer es sentarse frente al piano con las manos debajo de su culo y escucha lo que se le pasa por la cabeza.
Escucha lo que se le ocurre, no se deja llevar por el movimiento automático de sus dedos.
¡Vamos! ¿A qué esperas? ¡Pruébalo!
Cuando vayas a tocar con alguien o cuando decidas tocar sobre algo grabado, antes de mover tus dedos de forma automática e intentar tocar por encima sin apenas escuchar de qué se trata o que está intentando hacer el otro, métete las manos en el bolsillo (o donde sea) y escucha atentamente.
Solamente observa lo que está sucediendo en la música que escuchas, detecta los movimientos y cambios armónicos, el ritmo y la subdivisión, la velocidad a la que cambian las progresiones, cómo varía la dinámica. Escucha el sentir de lo que está pasando, que emociones te despiertan.
¡Escucha a tu mente! Trata de oír qué melodías o movimientos te vienen a la cabeza, qué ideas surgen y qué te gustaría tocar.
Otro músico al que admiro, en este caso el bajista Victor Wooten, dice que la música es un lenguaje. En su caso, según cuenta, sus hermanos mayores tenían una banda y como ensayaban en casa, él creció escuchando como creaban música, cómo interactuaban unos instrumentos con otros.
En cuanto pudo sostener un instrumento ya tenía un bajo en las manos, intentando hacer sonar aquel cacharro. Su hermano mayor le dio unas lecciones rápidas de como hacer sonar el bajo y hala! A correr.
Y seguramente aquel bajo al principio no sonaría especialmente bien, pero le dejaron participar en aquel diálogo musical. Le dejaron jugar, por algo en inglés tocar se traduce como "play" (jugar). Y escuchando a los que ya sabían fue poco a poco aprendiendo.
Para él eso fue lo mismo que aprender a hablar, donde al principio escuchas y en cuanto tienes control de tu aparato fonador empiezas a intentar imitar aquello que oyes de otros más expertos que tu, tu madre, tu padre, tíos, abuelos, etc.
Por eso, cuando tocamos con otros, establecemos un diálogo entre varias voces. ¿Cómo vas a responder algo coherente si no escuchas lo que los demás dicen? ¿O si hablas mientras otro está hablando?
Y no necesitas tener una habilidad o talento innato, solo necesitas entrenar ese "músculo", adquirir esa habilidad.
Creo que es una práctica que me hace ser mejor músico, y también e comprobado que mejora mi relación con los que me rodean.
Es una de las habilidades que me gustaría entrenar este 2024: antes de empezar a practicar, no toques, no dejes que tus dedos vayan solos, para y escucha.
¿Y tú qué opinas?
