De químico con éxito a profesor de inglés. ¡El camino hacia mi pasión!

¿Qué me llevó a dejar mi carrera profesional tras más de 10 años como químico, con unas condiciones envidiables, por empezar de cero siendo profesor de inglés?

Llevaba mucho tiempo pensándolo, algo dentro de mí me decía que tenía que dar el paso, que el camino que transitaba me daba una vida muy cómoda pero no me estaba haciendo feliz y que, si no era valiente y decidía apostar por mi pasión, me iba a arrepentir el resto de mi vida.

Tomar una decisión así no es nada fácil, tienes que luchar contra muchas cosas. En primer lugar, tienes miedo, mucho miedo.

Miedo a equivocarte, miedo a “tirar por la borda” toda una carrera profesional de más de 15 años entre estudios y trabajo y no saber si el nuevo camino va a funcionar. Miedo a contar a tu entorno más cercano tu decisión sabiendo que no lo van a entender y que te van a criticar duramente. Miedo a muchas cosas.

También has de luchar contra innumerables barreras mentales y limitaciones que has ido adquiriendo con el paso de los años, que han estado detrás de muchas de las decisiones importantes que has ido tomando, y que nos han hecho creer que la vida tiene que vivirse de una determinada manera y todo lo demás es una irresponsable locura.

Como decía, tras mucho tiempo meditando sobre éstas y muchas otras cosas, en verano de 2020 tomé la decisión de comenzar un nuevo rumbo, sintiendo que llevaba las riendas de mi vida, siendo fiel a mí mismo y a mis valores más importantes, los que me representan de la manera más auténtica.

No es que estudiar química fuera una decisión errónea y no me haya hecho feliz. De hecho, me gustó mucho y no me arrepiento en absoluto de haberla estudiado. Simplemente trabajar como químico no era mi pasión y no quería dedicar más de 40 años de mi vida, tantas horas al día, a algo que “lo único” que me terminó aportando era una vida cómoda y segura.

Yo quería más. Quería que cuando me levantara un lunes tuviera otra motivación que pensar en el viernes. Quería que de mi boca no salieran las palabras “sin más” cuando alguien te pregunta qué tal te va y que tan acostumbrado estoy a escuchar últimamente. Quería vivir sin miedo a vivir.

Por ello decidí hacer caso a mi vocecita interior y seguí mi pasión. Lo que hace que sienta una satisfacción incomparable, lo que hace que el tiempo se me pase volando y ya no piense en el viernes sino en el ahora. Enseñar inglés a los demás para que mejoren su nivel, viendo la progresión y como se consigue el objetivo, esta es mi verdadera vocación.

No nací con esta pasión, ni mucho menos. Ni tan siquiera la descubrí siendo pequeño o en mis años de instituto o universidad. Tuve que irme a Inglaterra tras finalizar mis estudios universitarios cuando, poco a poco y sin darme cuenta, fue apareciendo dentro de mí.

Aquella etapa en la que estuve en Inglaterra me cambió la vida. Y no fue por poder encontrar un trabajo mejor a mi vuelta en España gracias a saber inglés, sino porque descubrí sensaciones únicas cuando experimenté que podía comunicarme con cualquier persona, de cualquier parte del mundo, con culturas muy diferentes a la nuestra.

Esto hizo que diseñara un método que me permitiera mejorar mi nivel cada vez más. Este método, que se basa en aprender gramática, vocabulario o phrasal verbs entre otros de un modo aplicado al mundo real, es decir, mientras se practica en conversación, sigo utilizándolo hoy en día, tanto conmigo como enseñando a mis alumnos, y siempre con muy buenos resultados.

Ha sido un cambio radical y he de confesar que sigo teniendo miedo y es normal. Pero algo dentro de mí, mi vocecita interior, me sigue diciendo que pese a todas las dificultades que me he encontrado y me seguiré encontrando, tomé la decisión correcta y las cosas van a salir bien.

Por cómo me siento cuando doy las clases, por ver la cara de satisfacción de los alumnos cuando aprenden cosas nuevas y se empiezan a sentir más seguros hablando en inglés, por todo esto y por mucho más, mereció la pena, desde luego que sí, este es mi camino y estoy muy contento y orgulloso de lo que estoy haciendo.

Quisiera terminar con una frase que he aprendido gracias a una amiga que este nuevo camino ha traído a mi vida. Frase que me ayudó mucho en momentos de muchas dudas. “Cuando tienes un qué el cómo siempre aparece”. Espero que te sirva a ti también y que nunca dejes de luchar por lo que quieres.

Un abrazo,

Josh

¿Te ha gustado? Compártelo
Utiliza nuestro Buscador Inteligente