Confieso que me ha costado decidirme por definir cuál es el camino del artista, pero es que es casi imposible encerrarlo en una sola forma ya que es algo tan personal y volátil.
Quienes nos encontramos hace tiempo recorriendolo, podemos decir que hemos pasado por miles de etapas, desde el entusiasmo y esfuerzo que se merece esta hermosa carrera, hasta la duda de cómo seguir en ella.
Es que claro, éste recorrido es tan largo, casi infinito diría, lleno de emociones y sorpresas que es un continuo sube y baja.
Si, ya se, esto del sube y baja parece no sonar tan bueno, pero es que realmente, es la verdad.
Con esto no intento desanimarte, sino, todo lo contrario, quizá, anticiparte un poco de lo que podrías encontrarte a lo largo de este trayecto.
Cuando comenzamos a jugar un poco al artista, empezamos a conocernos, a darnos cuenta de la creatividad que tenemos dentro, y poco a poco, queremos más, más… y más.
Aparecen las diferentes ramas, que de por sí, son muchísimas, y a veces, hasta nos enamoramos de todas, pero, es tan amplio todo que intentamos decidirnos por algunas pocas, casi nunca solemos quedarnos con una sola.
Y así, vamos de curso en curso, de profesor en profesor, de audición en audición, de proyecto en proyecto buscando crecer, tratando de absorber todo ese arte posible que tanto nos apasiona, que tanta curiosidad nos da, encontrando colegas y amigos con los que tarde o temprano terminamos trabajando en algún escenario o en algún aula dando clases.
Está claro que no todos los artistas empezamos de la misma manera, pero en líneas generales, compartimos varios caminos parecidos.
El de armar y desarmar proyectos, el de pasarlo al papel y dejarlo ahí eternamente, el de comenzar una carrera y abrirnos a mas oportunidades:
Nuevos contactos, mas audiciones, becas, mas proyectos, mas escenarios, estudiar y estudiar, invertir en ropa, calzado, instrumentos, clases, clases… y mas clases.
Años caminando esta vida de oportunidades, de muchos SI y otros tantos NO, del bienvenido al equipo y del tan reconocido: te llamamos!... ¿te imaginas lo que significa ésto último no?
Pero ¿suena divertido no? Lo es, es tan divertido como dramático… ah, sí claro, los artistas somos los más bipolares de la historia, después de tantos personajes interpretados ¡perdes un poco la noción de quién sos!
Después de todo, los artistas somos pura emoción, y eso, nos convierte en representantes de la vida misma. ¿Suena casi romántico no?
Pero dejáme decirte una cosa, hacer arte, ya es romántico, porque inevitablemente nos conecta con nuestro ser mas interior, con la posibilidad de ser sinceros a través de una canción, de un texto teatral o una coreografía llena de expresión.
Asi que si estás a punto de entrar en éste mundo, ánimo, no vas a enloquecer, (lo anterior era solo una broma). Te aseguro que vas a disfrutar mucho todo el camino, eso sí, ¡es un camino de ida!
