Desde que comencé a enseñar español online, en abril de 2020, he estado ayudando a muchas personas y todas y cada una de ellas, me ha enseñado algo nuevo.
Unas me han ayudado con la pronunciación correcta en inglés de alguna palabra, otras me han hablado de sitios de Inglaterra que me encantaría visitar, otros incluso me han dado consejos muy útiles sobre cómo gestionar ciertas cosas del negocio... y es que cuando tus propios alumnos te enseñan, aconsejan y comparten contigo sus experiencias sientes que lo estás haciendo bien.
Mi trabajo consiste en ayudar a otras personas a hablar mi lengua materna, enseñarles gramática, vocabulario, expresiones, y hablar sobre cada concepto aprendido a modo de práctica, para afianzar la comprensión. Uno de los momentos más gratificantes para mí es el momento en el que mis alumnos son capaces de ponerme un ejemplo sobre lo que han aprendido, y pueden añadir más frases a su conversación en español. Para mí es algo muy especial, pues me doy cuenta de que, a pesar de no haberme formado como profesora de español en la universidad, soy capaz de lograr el aprendizaje de mis estudiantes.
Y es que no siempre es necesario tener una titulación en aquello que estás enseñando, el mejor aprendizaje es la propia experiencia y el cúmulo de diferentes situaciones a lo largo de los años.
Desde entonces, cada mañana me levanto con más optimismo, pensando en qué nuevas cosas aprenderé y si conoceré a nuevos estudiantes. Estoy eternamente agradecida a cada uno de ellos, pues entre todos hacen que sea mejor docente.