¡Hola, querido estudiante!
Cuando vemos las noticias, ya sea por TV, Internet o RRSS siempre oímos casos o escenarios recurrentes: Querellas, divorcios, asesinatos, agresiones… No obstante, no son habituales los casos de un concurso de acreedores o alguna disputa contra la administración pública, ¿Quizás un asunto contra la Seguridad Social?
En el vasto universo del derecho, nos encontramos con una diversidad de materias, pero… ¿Realmente por qué son tan populares el Derecho Civil y el Penal? ¡Ven a descubrirlo conmigo!
En primer lugar, el campo del derecho se despliega en una amplia gama de especialidades, cada una enfocada en aspectos específicos de la sociedad y la justicia. Entre las más destacadas se encuentran el derecho civil, penal, laboral, mercantil, administrativo, internacional, entre muchas otras. Ahora bien, muy probablemente en tu carrera hayas oído hablar de compañeros que quieran dedicarse a “derecho de familia” o quiere ser un penalista criminólogo… ¿Por qué sucede esto?
La importancia del Derecho Civil
En primer lugar, debes tener presente que el derecho civil se erige como la columna vertebral de nuestro ordenamiento jurídico, abordando cuestiones fundamentales que rigen las relaciones entre individuos y la protección de sus derechos, ya sean individuales o colectivos. Desde contratos, hasta derechos reales, pasando por medidas familiares hasta finalmente las sucesiones, el derecho civil es esencial, pues regula prácticamente cualquier ámbito o relación que podamos crear entre distintos individuos o personas jurídicas.
Desde un punto de vista económico, el derecho civil atrae porque es atractivo, bien es cierto que es una de las ramas (junto a la de Mercantil), que a mi juicio más rendimiento pecuniario tiene, por los asuntos que podemos asumir, principalmente divorcios y herencias, que suelen ser los casos más comunes en los que más salida económica podemos encontrar.
El derecho penal como la génesis de la imaginación
Por otro lado, el derecho penal captura la imaginación de muchos, debido a su conexión con el sistema de justicia criminal. No es de extrañar que la gran mayoría de contenidos audiovisuales que podemos consumir en televisión o contenido bajo demanda por streaming, siempre tenga el “asesinato” o delitos en sí, como tema principal.
Aquí es donde se examinan y aplican las leyes que definen los delitos y sus consecuencias. La naturaleza intrigante de los casos penales, los juicios y la búsqueda de la verdad atraen la imaginación de muchos, que en ocasiones tienden a romantizar la vida de los detectives privados o aquellos brillantes abogados que resuelven el enigma en el último momento… o aquellos alegatos relatados por un hábil letrado, contra un tribunal que consigue al final de sus últimas frases una lágrima a los presentes.
Además, tanto el derecho civil como el penal ofrecen numerosas oportunidades profesionales. Los abogados especializados en estas áreas pueden trabajar en firmas legales (sobre todo si eres alguien versado en una materia muy concreta o con una demanda muy selecta), el sector público (si decides opositar), o incluso comenzar una andadura, quizás algo sacrificada y dura, como es el trabajo autónomo…
En resumen, el derecho civil y penal emergen como las disciplinas más populares, no solo por su importancia estructural, sino también por la fascinación inherente a la resolución de conflictos y la búsqueda de la verdad en el ámbito legal. ¿Y tú? ¿Eres un penalista en ciernes, en constante búsqueda de la verdad? O de lo contrario… ¿Prefieres ser un abogado de familia montado en el euro?
¡Os leo!
