A muchas personas les gusta hacer yoga. Lo prefieren frente a los deportes atléticos o a entrenar máquinas en un gimnasio. Simplemente, les aporta otra sensación distinta mientras sienten que se cuidan y conectan con su cuerpo. Si tú también eres un apasionado del yoga, puedes dar clases de yoga. De esta forma, y si disfrutas con la enseñanza, podrías acabar dedicándote a algo que te llena de verdad. Sin embargo, si no sabes cómo poner tus tarifas, ¡atento al artículo! Hoy te explicamos qué hacer para ser profesor de yoga y cuánto cobrar por tus clases de yoga.
Estudios que necesitas para ser profesor de yoga
Hay varias maneras de convertirse en profesor de yoga. En sí, esta no es una profesión reglada, por lo que no existen unos estudios universitarios específicos o se encuentran muy pocos. Por eso, la mayoría de profesionales escoge formarse en academias y escuelas de yoga. Así, puedes realizar distintas formaciones:
- Una formación larga: esta es la que te prepara para ser profesor de yoga en general. Tómala si no has decidido especializarte en ninguna área del yoga en concreto. Además, muchas de estas academias y escuelas, como la Escuela Internacional de Yoga, brindan certificados académicos al acabar. En este tipo de formaciones también se incluirían los pocos grados universitarios dedicados al yoga que pueda haber.
- Una formación corta: con esta formación estarás aprendiendo especialidades para tus clases de yoga. Te estarás focalizando en ciertas asanas (posturas del yoga) y ganarás comprensión sobre cómo los alumnos pueden desarrollar el tipo de yoga que impartas de manera integral y holística.
- Ser profesor sin formación: si ya has dado clases de deportes o incluso otras clases de yoga a amigos o familiares, también puedes ser profesor de yoga. No obstante, aunque no tengas formación concreta, sí vas a necesitar mucha experiencia. Deberás saber acompañar a los alumnos en todo momento.
¿A quiénes puedes dar clases de yoga?
La verdad es que la práctica del yoga se ha extendido mucho. El motivo es que forma parte de las clases de deportes más accesibles a todo el mundo. ¿Quieres saber más sobre esto? ¡Descubre a quién puedes dar clases!
- A los niños: involucrarlos en la práctica del yoga desde bien pequeños les proporcionará un cuerpo sano y fuerte. Tendrán buena flexibilidad y además se conocerán. ¡Es una gran ventaja enseñar yoga a niños!
- A adultos y personas mayores: los adultos, muy habitualmente, se sumergen en la rutina, el estrés y el caos en su día a día. El yoga les ayuda a volver a su centro. Para las personas mayores, no supone un ejercicio físico demasiado denso y puede hacer que mantengan una buena condición física.
- A embarazadas: ¡sí! Incluso existe el yoga para embarazadas. Ser profesor y especializarte en estas personas te va a permitir aportar atención plena a la futura mamá. Así, esta podrá disfrutar de su embarazo de una forma distinta e incluso compartir con demás embarazadas su experiencia.
Lugares en los que puedes impartir tus clases de yoga
Cuando ya te has decidido a dar clases de yoga, puede que te asalten las dudas. Si eres un buen profesor, seguro que vas a poder ayudar a tus alumnos a mejorar su condición física y practicar en armonía. Pero, ¿dónde podrías impartir tus clases de yoga?
- En una sala de gimnasio: si eres profesor particular puedes hablar con los gimnasios o centros de deportes para dar tus clases de yoga. La intención es que busques una sala en la que poder acoger a los alumnos. Eso sí, debe haber suficiente espacio para que os podáis mover todos.
- En la casa del alumno: ¿has pensado trabajar como profesor particular a domicilio? Entonces el hogar del alumno es el mejor sitio para impartir las clases de yoga. De esta manera, se sentirá cómodo y podrá centrarse bien en lo que le enseñas.
- En una academia: si prefieres ser profesor de yoga en una academia, no tendrás que preocuparte del lugar. La propia escuela de yoga pondrá una sala acondicionada a tu disposición para que puedas impartir tus clases de yoga.
- Online: el mundo de internet ha llegado para quedarse, y el yoga no es una excepción. A día de hoy, puedes impartir clases de yoga a través de internet sin preocuparte demasiado por asuntos externos.
La modalidad online, el éxito de las clases de yoga
Si desde hace un tiempo ves a profesores particulares dando clases de yoga por internet, es posible que te preguntes cómo lo hacen. Este tipo de profesionales cuentan con un programa de gestión de sus clases online, además de un portal para buscar alumnos, como Tus Clases Particulares. Por estos motivos el yoga online tiene tanto éxito:
- Es muy accesible: solo necesitas un dispositivo con cámara y micrófono. Nada más. Impartir tus clases de yoga nunca había sido tan fácil. Eso sí, ¡no te olvides de tu ropa cómoda y la esterilla!
- Encontrar alumnos es sencillo: una de las grandes preocupaciones de los profesores de yoga queda resuelta. En internet es todo muy accesible, y los alumnos siempre pueden encontrarte a través de portales. Tú también puedes ponerte en contacto con ellos.
- Tienes libertad: Al dar clases de yoga online, no tendrás que preocuparte por los horarios fijos ni los desplazamientos. Siempre que llegues a un acuerdo con el alumno, podrás disponer de flexibilidad geográfica y temporal.
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