¿Exámenes de recuperación en junio, julio o septiembre?

Uno de los debates más frecuentes en el ámbito académico son las fechas de los exámenes de recuperación, que habitualmente son entre junio y julio o en septiembre. Lo más habitual es terminar el curso escolar en junio, cuyo mes es decisivo para muchos estudiantes, ya que es el importante momento de saber las calificaciones finales, y aquellos estudiantes que no hayan podido superar alguna asignatura tendrán que hacer un examen para conseguir ese deseado aprobado.

Muchos alumnos son partidarios de hacer esa recuperación cuanto antes, es decir, en junio o julio, ya que tienen el temario muy reciente y así simplemente tienen que hacer un último esfuerzo. Aunque otros son críticos con esta idea, ya que consideran que no hay suficiente tiempo para poder estudiar adecuadamente para el examen, corriendo el peligro de llegar el día de la prueba y no estar lo suficientemente preparados, o que incluso el cansancio de todo el curso les haga afrontar la prueba con menos motivación.

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Por este motivo, hay una parte de estudiantes que creen que lo mejor es que sean en septiembre, pues así tienen todo el tiempo del mundo para poder estudiar en condiciones para el examen. No obstante, esta idea tiene una enorme cantidad de detractores, puesto que consideran que se está rompiendo la evaluación continua y que a esos alumnos se les priva de tener unas vacaciones con un descanso en condiciones, y además, con el peligro de que se relajen con el gran lapso de tiempo que disponen para preparar el examen de recuperación y se les olvide gran parte de lo aprendido durante el curso.

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Es frecuente que, por lo general, quienes prefieran las recuperaciones en junio y julio sean estudiantes de la ESO y Bachillerato, y que los estudiantes de Universidad opten por septiembre, ya que estos ultimos suelen ser quienes tienen que estudiar más para sus exámenes. Aun así, independientemente de cuándo sean las recuperaciones y de los muchos debates que pueda haber sobre sus fechas, lo importante al fin y al cabo es el esfuerzo y dedicación de cada alumno para conseguir ese aprobado.

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