Un tema interesante del que me gustaría hablar son de algunas claves y rutinas que pueden dinamizar y enriquecer las clases de apoyo. Muchas veces, se desposita una confianza excesiva en los profesores y profesoras que ofrecemos clases de refuerzo de todas las materias, ya que obviamente tenemos adquiridos todos los contenidos de las materias que ofertamos, pero necesitamos tener una idea de lo que trabajaremos en cada sesión.
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Muchas veces, efectivamente, las sesiones las basamos en la realización de deberes o de trabajos definidos por los docentes de los centros, pero también son infinitas las veces que finalizamos los deberes y nos quedan "tiempos muertos".
Estos "tiempos muertos" pueden llegar a ser realmente perjudiciales, tanto para el alumno que está desperdiciando su tiempo como para el profesor o profesora, que en muchos de los casos no es lo suficientemente resolutivo o resolutiva y no es capaz de aportar a su alumno o alumna conocimientos de calidad.
Para evitar estos tiempos muertos, estos son algunos de los consejos que ofrezco a los padres y madres del alumnado para sacarle el máximo partido a las sesiones:
- Comunicarse con el profesor o profesora particular asiduamente , no reducirlo a hablar con él o ella los días que hay estipulada una sesión. Es muy importante que cuando nos enteremos de que nuestro hijo o hija tiene un examen comunicárselo a su profesor o profesora. A la hora de comunicar un examen siempre hemos de concretar tres cosas clave: la fecha, la materia, y lo más importante, el contenido.
- Comunicar siempre las observaciones que los profesores de los centros educativos den acerca de los niños y niñas. Si un alumno o alumna presenta dificultades, pongamos por ejemplo, en cálculo, es importante que el profesor o profesora particular esté siempre informado o informada para poder proponer y diseñar actividades para erradicar esas difcultades.
- Es importante también, una vez a la semana, revisar todos los contenidos de todas las materias que el alumno o alumna esté cursando en ese momento y comunicárselo al profesor o profesora particular. De esta forma garantizamos estar al día sobre qué tiene que estudiar nuestro hijo o hija y podemos percibir mejor en qué materias o en qué aspectos habría que priorizar.
- Comunicar con antelación los imprevistos. Parece un consejo muy simple, pero muchas veces cuando nos surge un imprevisto por la mañana en la última persona que pensamos es en el profesor o profesora de particulares al que avisamos a mediodía o por la tarde. Aunque muchas veces no es de vital importancia, otras muchas puede dinamizar mucho su trabajo con otros alumnos y alumnas.
- Establecer unas exigencias en función a la edad y a la carga de trabajo y plantear un horario flexible con los profesores y profesoras. Aunque para algunos profesionales es muy difícil compaginar horarios flexibles debido a la sobrecarga de alumnado, lo mejor sería plantear horarios que no fuesen rígidos y que pudiesen ampliarse, por ejemplo, una hora algún día que el niño o niña tenga mayor carga de estudio debido a un examen. También podría darse la situación de la manera contraria, es decir, quizá la sesión programada sea de dos horas y estemos, por ejemplo, en la semana siguiente a la evaluación y la carga de trabajo sea inferior y se pueda finalizar la sesión media hora antes.
Como se puede observar, comunicarse de forma frecuente y planificar las cosas con antelación son, bajo mi punto de vista, los ingredientes clave para alcanzar una educación plena e íntegra y sacarle el máximo partido a cada sesión. Poniendo todos y todas un poco de nuestra parte podemos hacer cosas extraordinarias y rentabilizar el tiempo a niveles que ni siquiera nosotros creíamos.