La voz es el instrumento humano. Es muy importante conocer algo acerca de ella y cuidarla, ya que gracias a la voz nos podemos expresar. Lo primero que debemos hacer para cuidar nuestra voz es no gritar. La voz existe gracias a nuestras cuerdas vocales, las cuerdas vocales son dos músculos de color blanco nacarado. Pero ellas no funcionan solas, sino que necesitan de todo nuestro sistema respiratorio y de nuestras cavidades de resonancia: los pulmones, la boca y el aire, que son imprescindibles para la emisión de sonidos, porque el aire que tomamos va a los pulmones y después, cuando sale, pasa por la laringe – lo que comúnmente llamamos garganta – y allí están las cuerdas vocales, que para fonar utilizan ese aire para vibrar y producir sonidos.
Para cantar debemos tratar de que ese aire que inspiramos vaya a la parte más baja de los pulmones (como si lo lleváramos a la panza) y no levantar los hombros. Hay tres tipos de respiración, la clavicular, la abdominal y la costo-diafragmática. Esta última es la óptima para el canto. La primera, la clavicular, es la más nociva y nunca la utilizaremos para cantar. Además, el cantante necesita estar relajado, por lo que una buena relajación antes de cantar es indispensable. Se deben realizar ejercicios de rotación de hombros y de cabeza, entre otros, combinados siempre con una respiración profunda y constante.
Podríamos decir que la voz tiene enemigos. Uno de ellos ya te lo nombre y es gritar. Eso a las cuerdas vocales les hace mucho daño y hasta pueden sufrir pequeños desgarros. Otros enemigos son el humo del cigarrillo, el polvo de la tiza, y los resfríos y anginas.
Clasificación de las voces
Como todos sabemos, las voces pueden clasificarse en diferentes registros. La clasificación vocal simple es sopranos, contraltos, tenores y bajos.
Las mujeres cantan más agudo que los hombres y en general son sopranos. Algunas mujeres cantan un poco más grave, son las contraltos. Los hombres cantan más grave que las mujeres y generalmente son barítonos. Pero algunos hombres cantan más agudo que los barítonos y son los tenores. También existen hombres con registros agudos, que pueden ser sopranos o contratenores.
En el caso de los niños (niños y niñas) todos son sopranos. Pero dentro de estos sopranos también tenemos sopranos con timbres y sonidos más graves y otros con timbre y sonidos más agudos, y ante la necesidad de clasificarlos para el canto coral a dos o tres voces, se los llama incorrectamente contraltos y sopranos. Aunque sería más correcto llamarlos primera voz, segunda voz, tercera voz. Es por eso que puedes escuchar decir a un niño que canta en un coro “yo soy contralto” lo que es imposible. Pero ¿por qué es imposible, y por qué tanto los niños como las niñas son sopranos? Porque sus laringes son muy pequeñas e iguales en tamaño hasta los 11 o 12 años. Recién después de esa edad a los niños les crece la laringe y se les hacen más gruesas las cuerdas vocales, y por eso su voz también se hace mas gruesa (o más grave). En las niñas la laringe también crece, pero tan poco, que su voz también cambia poco.
La voz de cabeza
Cuando hablo de voz de cabeza estoy hablando del tipo de voz que no usamos en el habla y, por lo tanto, no nos es común. Las cuerdas vocales adoptan otra posición en la voz de cabeza, tanto en los niños como en las mujeres adultas. Esta posición no es la misma que adquieren las cuerdas vocales en la voz de pecho. Este cambio de registro de voz de pecho a voz de cabeza se llama pasaje, pero considero que no hay que centrarse demasiado en el trabajo del pasaje, ya que tanto en las mujeres adultas como en los niños pequeños el paso de voz de pecho a voz de cabeza es natural, altamente flexible y cómodo. En el caso de los hombres no voy a utilizar el concepto voz de cabeza – aunque una voz puede dirigirse a los resonadores superiores y a esto se le puede llamar voz de cabeza – no existe cambio laríngeo tan notorio en el hombre y, por lo tanto, éste sólo canta con voz de pecho. De ahí el famoso do de pecho del tenor. Sin embargo, el hombre puede realizar también el cambio laríngeo que efectúan las mujeres y los niños, pero al ser tan distante de la naturalidad física de sus cuerdas vocales, este cambio laríngeo es abrupto y por lo tanto lo llamamos falsete (término que hace relación a voz falsa, no propia del registro masculino)
Ya explicada la voz de cabeza, tenemos que tener en cuenta que no es fácil que los alumnos que comienzan con estudios de canto la utilicen, sobretodo en la sociedad en que vivimos dónde se suelen escuchar cantantes que no utilizan ningún tipo de técnica vocal y muchos alumnos se identifican con ellos. Por lo tanto, puede que rechacen la voz de cabeza, pero solo en un principio. Hay que enseñarles cuál es la mejor manera de cantar, porque los alumnos musicales y aplicados reconocen la belleza artística rápidamente.
Cuando hacen que sus voces fluyan con una emisión de voz de cabeza, sienten mayor comodidad al cantar y disfrutan más del canto y de su propia voz. Esto es especialmente importante en las voces agudas, ya que la voz de cabeza es la única manera de cantar los agudos que toda mujer o niño por naturaleza tiene; no olvidemos que las cuerdas vocales de las mujeres y los niños son más pequeñas que las de los hombres, y obligarlos a cantar sonidos muy graves va contra su naturaleza.
Podría servir que el alumno más avanzado adquiera con la técnica un dominio de su voz de pecho y voz de cabeza que le permita ejecutar las notas del centro indistintamente con los dos registros. De esta manera el alumno podrá decidir en base al estilo, género, o momento el tipo de registro que quiere y conviene utilizar.
Vocalizaciones
Las vocalizaciones también deben tener como objetivo en primer termino llevar la voz a la cabeza. Para esto es muy bueno el uso de vocalizaciones desde sol4 a re5 y extenderse poco a poco, clase a clase. Las vocalizaciones sobre la silaba mu, son muy útiles para que la voz se ubique en la cabeza. Las vocalizaciones sobre la silaba vi, son muy útiles para que la voz se ubique adelante y se proyecte, que es como se debe cantar, sin entubaciones raras ni bostezo exagerado. Debe insistirse hasta el cansancio en que la respiración sea costo-diafragmática, evitando siempre la respiración alta o clavicular.
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