La respuesta a la pregunta sobre cómo fomentar el hábito y/o gusto por la lectura, es debatida desde las diversas metodologías y formatos educativos (incluso dentro de una misma metodología o formato también surgen discrepancias).
Empieza a dar clases particulares
Dicho esto y dando respuestas más concretas, desde algunas ramas científicas como la neurociencia y la neuropsicología se ha observado como el cerebro aprende más cuando se emociona.
Es posible que algún/a lector/a se pregunte que tiene que ver las ganas de querer leer con que se aprenda o no. La respuesta está en que la lectura es una forma de aprendizaje, por ello si esta no nos emociona, o dicho de otra forma si nos aburre, no logramos extraer y aprender su contenido.
Asumida esta parte, con un dato contrastable por el método científico, la siguiente pregunta suele ser: ¿Cómo puedo saber qué libro recomendar para que le guste? ó ¿Y si no le gusta ninguno?, y para responder a estas preguntas basta con observar sus gustos (los/as del/a alumno/a), sus aficiones, hobbies etc. Ya que hoy en día hay una gran variedad (variedad casi infinita) de géneros, subgéneros, temáticas, formatos (por ejemplo leyendo cómics y/o novelas gráficas...), estilos etc.
Cuando conseguimos encontrar una obra que sí le guste, lo siguiente que debemos hacer es animar a continuar leyendo, no juzgar desde nuestra perspectiva adulta que puede mermar su entusiasmo inicial, sino tratando de favorecer que lea otra obra por encontrar algo en común con la otra que le gustó, incluso porque pertenezca al/a mismo/a autor/a.
Tras la dificultad inicial de encontrar algo que le guste, y la primera obra que le enganche y quiera leer. Poco a poco hay que favorecer el ir leyendo más e ir ampliando las obras, hasta que lleguen a las obras clásicas, que incluso quizá releean de época educativa, y descubran sus múltiples interpretaciones en su contenido. De esta forma continuaran siempre un aprendizaje vital con las lecturas como maestro/docente.