La escritura y el aprendizaje han acompañado a la humanidad desde hace muchos años, así mismo ha venido evolucionando al pasar del tiempo. Desde niños se nos han enseñado métodos para el aprendizaje que fueron en parte la costumbre de lo que es la enseñanza y que por ende ha venido funcionando, pero el aprendizaje no es monótono.
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Es decir, no hay una sola manera de aprender, por lo que existen varias maneras para enseñar y muchas maneras de ser profesor, pues hay que dar múltiples opciones para que el alumno o el aprendiz escoja la mejor o la que más se le amolde, y así poder entrenar al cerebro, pero sin acostumbrarlo a una sola vía de aprendizaje.
El constante cambio ayuda al cerebro a estar en constante análisis de las cosas y tratar de entender del por qué, el para qué y el cómo de todo lo que nos rodea y así mismo de una materia o tema específico.
Se aprende cuando se quiere aprender, así lo decide nuestro cerebro y nos condiciona a actuar, por eso es que se ve hoy día mucha desmotivación para aprender ciertos temas o en las aulas de clases, sencillamente los aprendices o alumnos, en el momento no quieren aprender, por eso no entienden, pero ¿por qué se dan estas cosas?
Basándome en la observación directa y propia experiencia, se puede deber a la falta de motivación por parte del educador o profesor que imparte el conocimiento, pero también puede ser a que el alumno ya maneja esos temas o que tiene poca capacidad de concentración o que tiene algún trastorno.
Todo va relacionado, todo es un conjunto de cosas, desde el tono de voz del educador, hasta la manera de tratar de enseñar. Entonces, esto quiere decir que hay varios niveles en los aprendices, hay unos que requieren mayor atención que otros, pero ¿cuál será la técnica correcta para el manejo de esa clase entonces?
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Eminencias en la educación posiblemente dirían que la sectorización para poder abarcar y focalizar los que tienen mayor dificultad, pero yo preferiría aplicar la técnica de enseñar para aprender.
Por eso, colocaría alumnos que ya manejan el tema con alumnos que aún les falta por manejar, así ambos tendrían que esforzarse y exigirse para estar a nivel, el que aprende y el que enseña y viceversa.